INTRODUCCION
Buen día hermanos y amigos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Esto no viene de vosotros”. Para ello estamos utilizando dos versículos del Nuevo Testamento. En el libro de Hechos 8:20 dice: Tu dinero, perezca contigo. Porque ¿has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero?
Y en 1 Pedro 1:18-19 Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir. No con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo.
ORACION
Padre en el nombre de Jesús Bendecimos tu nombre santificamos nombre. Santo Santo, eres padre de la misericordia, del amor, del perdón. Y en tu eternidad, nosotros como hombres finitos, queremos darte gracias por la misma vida, por esta palabra que nos redarguye y que nos ayuda a vivir que nos ilustra el camino de la cruz padre.
Por eso te damos las gracias. En estos momentos solicitamos la bendición de quienes reciban esta palabra. Que sea en aquellos que estén recibiendo la palabra que sea convincente, que tu Espíritu Santo redarguya de pecado a quienes la reciben para gracia de nosotros todo el grupo y aquellos que todavía están dudando, señor, sea esta palabra lacerada a su corazón, su mente señor, en el nombre de Jesús santificado seas señor amén, amén y amén.
MEDITACION
OK. Esto no viene de vosotros. Por gracia, sois salvos por medio de la fe. Y esto no de vosotros, pues es donde Dios, no por obras para que nadie se gloríe. Y encontramos esta referencia en Efesios 2:8-9.
Dios mediante la Biblia, dice las cosas muy claramente. Él es justo, nosotros somos pecadores y culpables que solo merecemos su juicio. Pero él también es el Dios salvador, en Isaias 45:21. Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor para con los hombres nos salvó. No por obras de Justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino por su misericordia. Y la referencia está en Tito 3:4-5.
Para salvarnos, lo único que Dios nos pide es creer en su palabra y confiar en la obra que su hijo cumplió en el Gólgota. Él quiere perdonarnos, pero de nosotros depende el aceptar su mano tendida hacia nosotros.
Amigo y hermano. La salvación no viene de nosotros, pues no podemos obtenerla haciendo buenas obras. Por muy meritorias que nos parezcan, estas no pueden de ninguna manera compensar nuestras faltas.
Nadie puede pagar a Dios su rescate. Pues la redención de subida es de gran precio y no se logrará a más Salmos 49:8. Los hombres siempre queremos participar un poco en nuestra salvación, para no deber todo a Dios. Pero no es el pensamiento de Dios, dejar al hombre en una duda continua que lo obsesiona. ¿He hecho suficiente para hacer salvo?.
Únicamente el sacrificio de Cristo puede borrar el pecado. Sólo podemos ser salvos mediante la gracia y la fe en la obra redentora de Jesús. El señor, bendiga tu día hasta luego.
