INTRODUCCION
Buen día, hermanos y amigos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la he titulado: “Dios Dijo… y fue hecho” Y estamos utilizando dos versículos, en Génesis 1:3 Y dijo Dios sea la luz y fue la luz. Y en 2 Corintios 4:6 dice: “Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz. Es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
ORACION
Oremos, hermanos. Padre, alabado eres Jehová. Digno de ser alabado cada día. En la eternidad y en nuestra vida finita padre. Te queremos dar gracias por la vida, por tus bendiciones, por todo lo que nos has dado.
Y damos gracias por tu palabra que nos tragó la luz del conocimiento de la gloria de Dios. Que brilla en el rostro de Jesucristo nuestro salvador padre, de la muerte eterna, nuestro salvador de la muerte eterna. A la vida de gloria en la eternidad nos dio esa promesa de vida eterna, Padre Santo contigo, allá en la gloria, en la eternidad y lo creemos por fe, señor, y por eso te damos gracias, gracias, gracias en el nombre de Jesús, amén, amén y amén.
MEDITACION
OK. Y dijo, Dios y fue hecho. El primer capítulo de génesis nos revela de forma majestuosa el nacimiento del universo. Es como un magnífico panorama, una serie de 7 exposiciones que surgen como resultado de la palabra creadora de Dios. Porque él dijo y fue hecho. El mando y existió, en Salmo 33:9.
Por la poderosa voz de Dios creador apareció la luz. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios. De modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía, en Hebreos 11:3. Y como maravilloso punto final de todo, el hombre fue creado a imagen de Dios.
Pero esta creación tan hermosa fue estropeada por la entrada del pescado en el mundo, en Romanos 5:12. El cual trajo consigo una serie de sufrimientos, innumerables males y la muerte. Entonces Dios envió a Jesucristo, su hijo único, para introducir mediante su cruz una nueva creación. Donde la paz, la justicia y el amor caracterizan a los hombres renovados.
Así, el universo fue formado sólo mediante el poder de la palabra de Dios. Pero para expiar el pecado, para quitarlo de delante de Dios, fue necesaria la muerte en la cruz del hijo de Dios ¡Qué insondable misterio!
Amigo y hermano. La misma palabra que creo el mundo hace que una nueva luz brille sobre nosotros, la luz de su amor que es Jesucristo. Aceptar esta luz es creer en el señor Jesús. Pronto esa luz será perfectamente manifestada en los cielos y la tierra nuevos en donde Dios, que es luz y amor, morará con nosotros los hombres. Apocalipsis 21:1-4. Que el señor bendiga tu día hasta luego.