Introducción
Muy Buenos días, hermanos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación se titula: No te dejará y utilizamos el texto de Deuteronomio 31:18 ; y dice así: Y Jehová va delante de Ti, Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará no temas ni te intimides.
Oración
Padre en el nombre de Jesús, venimos delante de tu trono, Señor, para darte gracias, Señor, un agradecimiento profundo por nuestras vidas, por nuestra experiencia, por tu presencia constante en todos los tiempos. Y por ello, Señor, tenemos que agradecerte y solicitarte también, Señor, el perdón de nuestras fallas.
Santifícanos en esta hora, padre, restaurante Señor y estamos viendo, Señor, todo lo que tú has prometido en los tiempos antiguos, Señor, Cuando Moisés se iba allá y que veía cercana su muerte cómo aconseja a Josué Padre Santo y hace esa promesa que tú no faltarás, tú estarás siempre con él. Y esta promesa padre dada hace tanto tiempo, tiene la misma validez ahora, por eso la acogemos, Señor, por eso creemos en ella por eso perduramos, Señor, en esas promesas y aún más debido a Cristo y lo que hizo por nosotros en la Cruz.
Ponemos nuestra fe exclusivamente señor en Cristo, el Señor bendiga nuestros días, Señor, en el nombre de Jesús, te agradecemos por ese amor tuyo de Juan 3:16 señor, seguimos rogándote para que bendigas el grupo participante en el nombre de Jesús, Amén, amén y amén.
Meditación
Entonces vamos a ver el panorama. Estas fueron las palabras de Moisés. Al joven Josué haciendo el traspaso de mando de autoridad. Él sabía que pronto partiría y saldría del escenario de los vivientes. Así que se tomó el tiempo para presentar al joven y darle ánimo como el nuevo líder del pueblo de Israel. Algo muy difícil.
De sobrellevar el sentir soledad en su responsabilidad. Por eso le dice, Dios no te dejará, no estarás solo. Amigo y hermano. Qué bueno es avanzar sabiendo que no estamos solos. En el caso de Josué, Dios iría delante de él abriendo camino hacia la conquista de Canaán.
Ahora Jesús dijo: He aquí, estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Entonces si el Señor va con nosotros, podemos caminar con seguridad de que Él nos guiará y guardará con su mano poderosa. El Señor, bendiga tu día hasta luego.
