Ocuparnos en nuestros asuntos

Palabra Viva
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Episodio 15: Ocuparnos en nuestros asuntos
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Introducción

Buen día hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación titulada: “Ocuparnos en nuestros asuntos”. Está basada en la palabra de Efesios 6:19 que dice así: Que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio.

Oración

Padre celestial te saludamos, Padre con grandes gozos en nuestro corazón y queremos decirte, Padre, gracias por todas tus bendiciones y reconocemos que tú eres el Padre eterno. El Dios de la misericordia, del amor, del perdón; ese Dios perfecto. Y queremos darte gracias por tu palabra que nos instruye y nos prepara para combatir contra las huestes de maldad que quieren impedir la predicación de tu palabra. Por ello solicitamos Padre tu Espíritu Santo en nuestros pensamientos, hechos y tareas y cumplir tu voluntad. Gracias, Padre en el nombre de Jesús, Amén, amén y amén.

Meditación

Cuando el evangelista Moody salió de la sala donde acababa de predicar, vio a un individuo con aire siniestro apoyado en una farola. El evangelista le puso amistosamente la mano sobre el hombro y le preguntó si era cristiano. Pero el hombre quien lo había reconocido levantó el puño y gritó muy enfadado: !Métase en sus asuntos¡ “Siento haberlo ofendido”, respondió Moody, “pero para serle sincero, precisamente en esto consiste mis asuntos; mostrar a la gente el camino de la salvación e invitarles a creer en el Señor Jesucristo”.

Luego, prosiguió su camino pues veía que no podía hacer nada más en ese momento. Una noche aproximadamente 3 meses más tarde. El evangelista fue despertado por alguien que llamaba a su puerta. ¿Quién es? preguntó, ¿qué desea? “Deseo ser cristiano”, respondió el desconocido. Al abrir la puerta. Moody se encontró con el hombre que se había enfadado tanto cuando él lo había interpelado.

El visitante le pidió perdón por la manera en que había actuado aquel día y reconoció que su conciencia estaba atormentada desde ese momento. El Espíritu Santo estaba trabajando en el corazón de aquel hombre y Moody lo condujo a Jesucristo.

Amigo y hermano cuando invitamos a las personas a recibir a Jesucristo como su salvador, estamos ocupándonos realmente de nuestros asuntos o más bien de los del Señor. Estad siempre preparados para presentar defensa, con mansedumbre y reverencia, ante todo el que demande razón de la esperanza que hay en vosotros en 1 Pedro 3:15 .El señor, bendiga tu día. Hasta luego.