Introducción
Muy Buenos días, amados hermanos. Familiares, vecinos conocidos. Y quienes lo escuchen. Hoy estamos presentando. El tema titulado Muerto de rodillas, muerto de rodillas. Y estamos utilizando dos versículos. En Filipenses y Santiago en el Nuevo Testamento.
En Filipenses 4:6, dice así: “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias”
“Quiero, pues. Que los hombres oren en todo. Lugar levantando manos, sin ira ni contienda” en 1 Timoteo 2:8
Santiago 5:16 dice: “La oración eficaz del gusto puede mucho”
Los 3 Versículos que estamos utilizando hablan de la oración. Y una oración que debe ser permanente, consistente siempre. Así que vamos a orar.
Oración
En el nombre de Jesús, Señor. Queremos darte gracias por la vida. Gracias por el acompañamiento del Espíritu Santo durante todas las situaciones. Que hemos estado, Señor. Considerando como situaciones difíciles. Pero Señor, Tú eres grande y maravilloso en medio de tu pueblo, porque hemos sentido la bendición, Señor presente siempre las consideraciones tuyas a través de tu palabra. Así que padre, queremos orar y solicitamos que consideres nuestros sentimientos y gemir a través de nuestras peticiones. Para que reine la paz y el gozo en este tu pueblo. Damos gracias, Señor, por poder comunicarnos contigo. A través de las oraciones, bendiciones recibidas. A través de esta comunicación, Señor. Seas glorificado en todo tiempo, recibe honra y honor en el nombre de Jesús amén, amén y amén.
Meditación
Muerto de rodillas. David Livingstone el gran explorador y misionero del siglo 19, terminó su vida de una manera extraordinaria. En su último viaje de exploración en África del Sur, una mañana se quedó en su tienda mientras sus acompañantes se apresuraban a recoger sus pertenencias y preparar, pues, la salida del campamento. Ellos no querían molestarlo mientras oraba, pues hablaba con su Dios. Como solían decir. Pero como la espera se alargaba mucho más del tiempo acostumbrado, el jefe de la caravana decidió ir a ver qué sucedía. Cuando entró, vio a Livingstone todavía de rodillas y con las manos en el suelo. Su corazón había dejado de latir. A través de las pruebas, peligros y fatigas de su vida como explorador. Había conocido el poder de la oración. Mediante ella había hallado el socorro, la protección y las fuerzas renovadas. Y en ese momento supremo de la muerte también se había dirigido a Dios. Amigo y hermano. Dios permitió que dejase la tierra de forma Serena, sin temor ni luchas, y esto Impresionó a sus compañeros. Pues comprobaron que el justo en su muerte tiene esperanza Proverbios 14:32 No es necesario vivir una vida tan llena de peligros para experimentar los recursos de la oración. Nos descuidemos esos momentos a solas con Dios. Pues son necesarios para renovar nuestras fuerzas. Y la vida de nuestra alma, el Señor bendiga tu día hasta luego.