INTRODUCCION
Buen día amados hermanos, amigos y quienes me escuchen. Bienvenido a nuestra comunión con Dios, hoy la meditación la he titulado: “Una nación con esperanza” está basada en el texto en el Antiguo Testamento, en Salmos 33:12 y dice así: ”Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria, en el nombre de Jesús te damos las gracias Jehová, Tú eres nuestro Dios de las naciones de toda la humanidad. Gracias por la vida y por tu palabra, perdón por mis pecados, Padre límpianos, restáuranos y despierta en nosotros espíritu de adoración y confianza en ti, y que nuestros quehaceres sean de acuerdo a tu voluntad en el santo nombre de Jesús, Amén, amén y amén.
MEDITACION
OK. Una nación con esperanza. Éstas fueron las palabras del salmista, cuando puede decir como ciudadano que ha experimentado la misericordia de ese Dios todopoderoso y a quien rinde tributo, él como parte de esa sociedad, puede decir que si tiene a Jehová como Dios, entonces como recompensa tiene la felicidad a lo que él llama bienaventurada la nación.
En tiempos bíblicos existían naciones que no adoraban al Dios verdadero y que vivían en la en la esclavitud siguiendo ídolos y eran sometidos al terrible culto, de tal manera que ofrecían a sus hijos al horno del fuego, a Moloc, y la referencia está en Levítico 18:21.
Amigo y hermano, cuando Jehová era el Dios de una nación, había esperanza, paz, leyes y sobre todo gozo. Hoy en día muchas naciones le han dado la espalda al Señor, y como consecuencia vemos mucha gente ir de aquí para allá buscando un futuro, paz, un sueño y sus gobernantes siguen siendo meros espectadores de sus fracasos.
Y esto es testimonio viviente, que solo aquella nación cuyo Dios es el Dios de Jacob, puede encontrar a través de Jesucristo esa paz verdadera y llegar a ser una nación bienaventurada. Que Dios bendiga tu día hasta luego.