Introducción
Muy Buenos días, amados hermanos, hoy estamos presentando el tema titulado: Una feliz capitulación, y para ello estamos utilizando dos versículos, Jeremías 3:21-22, que dice así: Del Señor, su Dios se han olvidado, convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones, nosotros venimos a ti porque tú eres el Señor nuestro Dios. En Isaías 30:15, dice: En descanso y en reposo seréis salvos, en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
Oración
Padre de la gloria, damos gracias, gracias, Señor, por la vida, Bienaventurado sea tu nombre, santificados seas Padre, padre eterno, padre de la gloria, padre de la justicia. Gracias por todas tus bendiciones durante todas estas circunstancias que hemos estado viviendo, Señor, pero hemos sentido el gozo y la paz que tú derramas sobre nuestras vidas. Señor, nuestra salvación está en ti, padre, gracias por Jesucristo, gracias, Señor, por perdonar nuestros pecados, por ello acudimos a ti, padre, buscando tu protección en tiempos difíciles, para sentirnos en gozo y paz en el nombre de Jesús, Señor, amén, amén y amén.
Meditación
Una feliz capitulación, capitular, es decir, rendirse o entregarse ante el amor de Dios, es renunciar a luchar, para salvarse a sí mismo, es reconocer que no tenemos recurso ante la santidad de Dios. Sí, es un verdadero misterio saberse amado por un Dios que debería condenarnos debido a nuestra naturaleza rebelde, pecadora, capitular es creer que Dios me ama, tal como soy, es confiar en él y creer que su hijo Jesucristo, vino a la tierra para llevar el castigo que merecían mis pecados, que fue crucificado por mí.
¿Permanecería usted indiferente ante el hecho de que Dios haya aceptado el sacrificio de su hijo y de ese modo pueda recibir con justicia a todos los que creen en él? Esta interrogante es interesante, y se la repito ¿Permanecería usted indiferente ante el hecho de que un Dios haya aceptado el sacrificio de su hijo y de este modo pueda recibir con justicia a todos los que creen en él? Jesús es la salvación, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, la referencia en Hechos 16:31.
Capitular ante Dios, es experimentar la felicidad más grande, es conocer a Jesús, el hijo de Dios como Salvador, es la paz con Dios, la paz tras la lucha y el miedo, una paz que se traduce mediante el gozo y la alabanza, amigo y hermano, el creyente tendrá que afrontar situaciones nuevas y difíciles, pero su alma es libre, esta serena y feliz, pues halló a su Salvador y Señor, cada conversión es un verdadero milagro del amor divino, que nos libera de nuestras vanas luchas y someten nuestro orgullo, me inclino ante Dios porque es mi maestro, pero un maestro bueno y lleno de gracia, nos espera como un padre, espera a su hijo, que se fue de casa, Volved a mí, dice Isaías 21:12, Volved a mí, Isaías 21:12. Que el Señor bendiga tu día hasta luego.
