Una curiosa miopía

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Episodio 37: Una curiosa miopía
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Introducción

Muy Buenos días. Amados hermanos. Familiares, conocidos, vecinos y quienes no escuchen. Hoy estaremos. Con el tema titulado Una curiosa miopía. Es importante porque es un testimonio de un médico enfermo de cáncer. Un médico enfermo de cáncer. Así que vamos a utilizar. En esta presentación del tema. Un solo versículo en Salmos 39:5 –6 y dice así:

He aquí vistes mis días términos cortos. Y mi edad es como nada delante de TI. Ciertamente es completa vanidad, todo hombre que vive. Ciertamente como una sombra, el hombre.

Oración

Padre la gloria en el nombre de Jesús, sacudimos a ti dándote gracias por la vida, gracias Señor, por la vida. Gracias por tus beneficios, por todo en los momentos, Señor de Alegrías y situaciones especiales. Tu misericordia ha estado sobre nosotros. Señor, Tú revelas en esta palabra. El carácter transitorio de la vida. Y tu eternidad también. Y acudimos, Señor, a tu bondad. Por nosotros. Aún en adversidades, solicitamos tu misericordia permanente para nosotros, los vivientes y creyentes en el nombre de Jesús, Amén, amén y amén.

Meditación

OK. Tremendo un testimonio de un médico enfermo de cáncer. Cuando un paciente se le informa que tiene cáncer. A menuda la primera reacción es la incredulidad. Al imaginar la posibilidad de nuestra propia muerte. El cerebro se resiste. Como si la muerte sólo pudiese llegar a los demás. Mientras no estamos enfermos. La vida nos parece infinita. Y creemos que siempre habrá tiempo para luchar para ser felices o por ser felices.

Al dejar siempre para mañana lo especial, corremos el riesgo de que la vida se nos escape. Sin que la hayamos disfrutado realmente. Es precisamente esta curiosa miopía. Estas vacilaciones, lo que a veces el cáncer viene a derribar. Al devolver a la vida su auténtica fragilidad le da nuevamente su verdadero sentido.

¿Alguna semana después de recibir el diagnóstico de cáncer? En el cerebro tuve el extraño sentimiento de que acababan de quitarme unos lentes oscuros que me impedían ver. Es necesario tener una enfermedad grave para tomar conciencia de lo que es nuestra vida. ¿Algunos lo piensan? Pero no debería ser así. Deberíamos poder sacar una lección de la experiencia de los demás, por ejemplo, la de este médico.

Amigo y hermano. Por encima de todo, escuchemos el testimonio de la Biblia. Ella dice que nuestra vida es como neblina en Santiago 414. Pero que tiene una dimensión eterna. Aunque Efraín preciosa, los ojos de Dios. Pues nos creó a su imagen y desea nuestro bien. Él nos ama. No esperemos pasar por tiempos de prueba para acercarnos a él. Detengámonos hoy. A fin de reflexionar y tener un encuentro con Dios para escuchar a Jesucristo y creer en él. Que el Señor, buen día, tu día hasta luego.