Introducción
Muy buen día, hermanos y amigos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la he titulado un contrato moral. Un contrato moral. Estamos utilizando dos versículos uno en el Antiguo Testamento.
En Salmos 120:2 que dice así. Libra mi alma, oh, señor de labio mentiroso y de la lengua fraudulenta.
Y en Santiago 5:12 en el Nuevo Testamento dice: hermanos míos, no juréis, no por el cielo ni por la Tierra ni por ningún otro juramento. Sino que vuestro sí sea así. ¿Y vuestro no sea no? Para que no caigas, no caigáis en condenación, Santiago 5: 12
Oración
Padre la gloria en el nombre de Jesús, Santificado sea tu nombre. Damos gracias por tu palabra, señor, una palabra que nos enseña. Nuestro caminar moralmente padre sin mentiras, sin dobleces. Y solicitamos fuerzas para este cumplimiento, padre para. Sabiendo padre que tu misericordia y tu amor manifiestas en el Espíritu Santo serán nuestra ayuda, nuestra fortaleza en el Santo nombre de Jesús, señor, Te recordamos siempre bendición sobre nuestro Grupo participante en el nombre de Jesús que sobre todo nombre, amén. Amén y amén.
Meditación
OK un contrato moral. En una emisión deportiva sobre un joven y talentoso jugador de fútbol codiciado por los grandes equipos. Un periodista precisaba que este jugador todavía estaba ligado a su club durante 2 años más. Pero al instante su interlocutor le respondió. Todo El Mundo sabe que este tipo de contrato moral no ata a nadie.
Tristemente debemos reconocer y a menudo es así, y no solo en el ámbito deportivo. Pero cuando nuestro Dios dice algo, lo cumple. Y cuando hace una promesa la cumple y lo repito. Cuando nuestro Dios dice algo lo cumple y cuando hace una promesa la cumple. Y esto es tan cierto cuando anuncia el juicio de todos los que no recibieron el amor, él lo va a cumplir cuando todos los que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, o sea, que no han querido recibir al Señor Jesucristo en 2 Tesalonicenses 2:10
El señor promete. Como cuando va la vida eterna a todos los que creen en Jesucristo. Si usted está cansado de este mundo engañador. En el que la palabra dada a menudo no tiene valor. Le invitamos a dirigirse a Dios. Quien no puede mentir, nunca lo defraudará.
Amigo y hermano. Y nosotros cristianos, imitemos a nuestro señor en todas nuestras relaciones sociales y profesionales. No olvidemos que somos cartas de Cristo. Y la referencia está en segunda de Corintios 3, somos carta de Cristo por. Leída por todos los hombres. Y quienes nos rodean deberían ver en nosotros los caracteres de Cristo.
Seamos personas con las que se puede contar. Seamos gente de palabra. Y guardémonos de comprometernos a la ligera en obligaciones. Que no podemos cumplir. Y dice Proverbios 2:20. ¿Andarás por el camino de los buenos? ¿Y seguirás las veredas de los justos? Que el señor bendiga tu día hasta luego.
