¿Teniendo ojos no ves?

Palabra Viva
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Episodio 156: ¿Teniendo ojos no ves?
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INTRODUCCION

Buen día hermanos amados, amigos y quienes me escuchen.  Bienvenido a nuestra comunión con Dios. Hoy la meditación la hemos titulado: ¿Teniendo ojos no ves? Una interrogante ¿Teniendo ojos, no ves?

Y estamos utilizando dos versículos en el Nuevo Testamento, en Mateo 13:15 dice: “Han cerrado sus ojos para que no vean con los ojos y oigan, con los oídos y con el corazón entiendan y se conviertan y yo los sane.” y Juan 9:25 dice: “una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.”

ORACION

Oremos, Padre, en el nombre de Jesús, santificamos tu nombre, Padre, dándote gracias por la palabra, esa palabra que nos redarguye, esa palabra que nos hace pensar diferente y hacer las cosas de acuerdo a tu voluntad.

Sabemos, señor, que Jesús es la luz que trae vida señor, a las personas y sus milagros fueron señales inequívocas de ser el hijo de Dios, y lo oportuno es señor, a través de tu palabra, oír tu palabra y creer, señor, todo lo que tú nos dices.

Y aprovechamos y solicitamos al Espíritu Santo señor, para que pongas en nuestros corazones, oído y pensamientos espirituales, que sean espirituales, que logremos aprovechar tu palabra, que veamos inequívocamente ahí tus bendiciones señor, lo que es la esperanza de vida eterna, oh padre.

Y aunque haya situaciones especiales, tú estás con nosotros Padre, queremos perseverar en tu palabra por ello, señor, te damos gracias. Gracias Padre, porque tú nos acompañas en todo momento en el nombre de Jesús, señor, solicitamos bendición al grupo participante, santificado sea tu nombre, amén, amén y amén.

MEDITACION

OK. ¿Teniendo ojos no ves? Lo quiero como a la niña de mis ojos. Esta expresión evoca lo que para nosotros es más valioso.  Nuestros ojos, en efecto, tan frágiles y complejos contienen más de doscientos cincuenta millones de células que nos transmiten la luz, la formas y los colores.  Sin embargo, hay cosas que nuestros ojos no pueden ver.

Jesús dijo a sus discípulos. ¿Teniendo ojos, no veis y teniendo oídos, no oís? En Marcos 8:18. Habían sido testigos de sus milagros, pero no entendían el significado, ni comprendían el sentido de sus palabras. Quizás un día nosotros también nos sentimos interpelados por la belleza de un paisaje que nos hizo pensar en el creador, por la lectura de un texto bíblico que nos hizo reflexionar. ¿Tuvimos ojos para ver y oídos para escuchar? o bien ¿volvimos a nuestras costumbres cerrando la puerta al llamado de Dios a una seria reflexión sobre nuestra vida?

Amigo y hermano. Tener ojos para ver significa ser sensible a la luz que viene de Dios. Nuestra admiración ante la naturaleza nos llevará a alabar a nuestro creador. La lectura de la palabra de Dios nos conducirá a conocer a Jesús, el hijo de Dios, quien es luz y amor.

Simeón, un anciano que tuvo en sus brazos al Niño Jesús, exclamó, han visto mis ojos tu salvación, Lucas 2:30. El Dios Salvador estaba allí, bajo la forma de un pequeño niño. Si la majestad y el poder divino se manifiestan en la naturaleza. Ese el amor divino brilla en la humildad, la muerte y la resurrección de Jesús.  Que esta palabra haya sido de reflexión y oportuna para tu vida, hasta luego Dios bendiga.