Introducción
Muy Buenos días, hermanos y amigos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: Si se destruyen los fundamentos y estamos utilizando en el Antiguo Testamento el Salmo 11:3-5, y dice así: Si fueran destruidos los fundamentos, que dé ha de hacer el justo, el Señor está en su santo templo, el Señor tiene en el cielo su trono, sus ojos ven a los hijos de los hombres, el Señor prueba al justo y al malo.
Oración
Padre en el nombre de Jesús, santificado sea tu nombre, solicitamos Señor perdón por nuestras fallas, todos los días hay que hacerlo, padre y en el nombre de Jesús confiamos en tu perdón y en tu restauración, Señor, nuestra confianza está puesta en ti, oh, padre, y nuestra fortaleza humana es sostenida por tu santo espíritu, padre nuestro caminar te lo encomendamos, Señor.
En la fe de declarar, Señor, Victoria, declaramos victoria en nuestro caminar, Señor, pese a las situaciones del mundo, pese a las tentaciones, pese a las experiencias que a veces nos hacen dudar, padre, pero en el nombre de Jesús, en filipenses. 4:13, padre tu palabra dice que todo lo puedo en Cristo que me fortalece, así Señor te damos las gracias por tu misericordia, por tu amor y por habernos escuchado. En el nombre de Jesús, amén, amén y amén.
Meditación
Si se destruyen los fundamentos. Decíamos ser felices y sentirnos seguros, protegidos, pero ¿es posible? Vivimos en un mundo semejante a aquel del cual habla el autor del Salmo 11, un mundo frustrado en sus expectativas de seguridad, desprovisto de refugio y cuyo fundamento tambalean. ¿Dónde están las bases de la sociedad llamada cristiana? Todo está derribado, minado, todo se pone en duda, el núcleo familiar, la mortalidad, la moralidad, la paz.
Algunos están desanimados y quisieran huir de este campo de combate, otros sin reflexionar, van en busca de las riquezas, el poder y la fama. ¿En estas condiciones, qué hará el justo? Pero la pregunta sería, ¿y quién es el justo? Según la Biblia, un justo es el que confía en Dios y no en sí mismo para ser justificado, y lo repito, según la Biblia, un justo es el que confía en Dios y no en sí mismo para ser justificado, no se fía en lo que está admitido en el mundo, el justo mira primeramente a aquel que no cambia ¿Y quién es aquel que no cambia?
Dios, cuyos planes se cumplen, el justo será testigo del amor y de la misericordia de Dios, de su santidad en un mundo que olvidar a Dios. Un testigo en palabras, pero también en hechos, un testigo lleno de esperanza. Amigo y hermano, sin dejarse desanimar por el estado de este mundo, el justo será como un centinela que podrá decir: La mañana viene y después la noche y la referencia está en Isaías 21:12, la mañana viene y después la noche. Será la mañana de un día sin fin con Jesús para aquellos que vayan que hayan creído en Él, pero también la noche para los que lo hayan rechazado. El Señor, bendiga tu día hasta luego.