Introducción
Muy Buenos días. Amados, hermanos, familiares, vecinos, conocidos. Y quienes me escuchen. Hoy estamos presentando un tema interesantísimo, a través de una interrogante que dice así. ¿Podemos transformar el mundo? ¿Podemos transformar el mundo? Y naturalmente que inmediatamente sabemos cuál es la respuesta, no tenemos la capacidad. Para una transformación de un mundo. Y por ello entonces utilizamos la palabra de Dios en Juan 3:6-7 que nos da la respuesta a esta interrogante, ¿podemos transformar el mundo? Y vemos la respuesta que dice, lo que es nacido de la carne, carne es. Y lo que es nacido del espíritu, espíritu es. No te maravilles que te dije o es necesario nacer de nuevo. He aquí la respuesta, es necesario nacer de nuevo y por eso vamos a entrar, en esta meditación interesantísima.
Oración
Padre Santo en el nombre de Jesús, Santificado sea tu nombre. En el nombre de Jesús nos ponemos delante de TI, padre, para pedirte. Señor, el perdón de nuestra falla, nuestros pecados y para reconocer, Señor, que necesitamos de ti cada día, te damos las gracias, Señor. Porque ya interpretamos, sabemos que el nacimiento espiritual es un proceso misterioso que solo lo vemos por los resultados que producen. Lo que estás haciendo en nosotros, Padre Santo, que te aceptamos. Nos transformas día a día y por ello damos gracias, gracias y nos gozamos, padre, por ser hijos tuyos sellados por el Espíritu Santo. Gracias, señor, en el nombre de Jesús que es sobre todo nombre, amén, padre, amén y amén.
Meditación
¿Podemos transformar al mundo? ¿Quién no ha deseado en su juventud transformar el mundo? Es decir, mejorarlo. Que sea más sociable. Que respete el medio ambiente. Pero a menudo al hacer estos comentarios oímos respuesta como, empieza por mejorarte a ti mismo. Y es cierto, pero imposible de realizar. Desde hace miles de años, la historia nos muestra que realmente es imposible mejorar al hombre y a la sociedad. Aunque nos esforcemos para educar el corazón del hombre, para dirigirlo mediante leyes muy bien pensadas para retenerlo o cultivarlo. En el fondo, este nunca cambia. La Biblia nos recuerda en Jeremías 17:9, engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso. Al mismo tiempo, nos muestra de una manera simbólica, a incapacidad del hombre para transformarse a sí mismo. Mudará el etíope su piel y el leopardo sus manchas, en Jeremías 13:23. Amigo y hermano. ¿Hay que desesperarse? No, el Dios de Amor puede y quiere obrar para el bien de sus criaturas. Os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros, ¡qué promesa! en Ezequiel 13:26 nos dice Dios, os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros. ¿Cómo puede suceder esto? Mediante la fe en Jesucristo. De modo que si alguno está en Cristo. Nueva criatura es las cosas viejas pasaron. He aquí todas son hechas nuevas en 2 Corintios 5:17. Y efectivamente, todo cambia cuando lo que me hace actuar, mis iIntereses y mis objetivos pasan a ser los del nuevo hombre que fue creado en mí. El orgullo y el egoísmo que me gobernaban dan paso a la humildad y al deseo de de vivir y servir a los demás. Para mí ya no cuenta el amor propio, sino el amor a Dios y al prójimo es vivir a Cristo, que el Señor bendiga tu día hasta luego.
