
“En su lugar deberías decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (Santiago 4:15). Esta frase no es una fórmula religiosa, es una postura espiritual. Santiago confronta la arrogancia de planear sin considerar a Dios. No se trata de no planear, sino de reconocer que todo depende de Su voluntad.
Este episodio reflexiona sobre la humildad que nace de confiar en la soberanía divina. En tiempos donde el control parece ser la meta, esta palabra nos recuerda que la vida es frágil, y que cada paso debe estar sometido al querer de Dios. No es resignación, es confianza activa.
“Si el Señor quiere” es una declaración de dependencia. Este episodio es para quienes desean vivir con propósito, pero sin presunción. Porque cuando Dios quiere… todo cambia.
Preguntas para reflexión
- ¿Estás planificando tu vida con Dios o sin Él?
- ¿Qué decisiones necesitas someter a Su voluntad hoy?
- ¿Cómo puedes cultivar una actitud de humildad sin caer en pasividad?
No es debilidad decir ‘si el Señor quiere’. Es sabiduría. Hoy, vive con propósito… pero bajo Su dirección.