
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen…” (Mateo 5:44). Jesús no suaviza el mensaje, lo eleva. Amar a quien nos hiere, bendecir a quien nos desprecia, orar por quien nos persigue… no es natural, es sobrenatural.
Este episodio reflexiona sobre el llamado radical del evangelio. En tiempos donde la reacción común es la venganza o el silencio, Jesús propone una respuesta que transforma: el amor activo hacia quien menos lo merece. No es debilidad, es obediencia poderosa.
“Una tarea difícil” es una confrontación directa al corazón. Este episodio es para quienes han sido heridos, y necesitan recordar que el perdón y el amor no son sentimientos… son decisiones que reflejan el carácter de Cristo.
Preguntas para reflexión
- ¿A quién te está llamando Dios a amar, aunque te cueste?
- ¿Qué diferencia hay entre reaccionar humanamente y responder espiritualmente?
- ¿Cómo puedes cultivar una oración sincera por quienes te han herido?
Amar a quien te ama es fácil. Amar a quien te hiere… es divino. Hoy, acepta la tarea difícil, y deja que el amor de Dios fluya a través de ti.