
“Y saliendo, se fue como solía al monte de los Olivos…” (Lucas 22:39). Jesús está a punto de enfrentar la cruz, pero no cambia su rutina espiritual. Va a orar, como de costumbre. Su hábito de comunión con el Padre no depende de la circunstancia, sino de la relación.
Este episodio reflexiona sobre el poder de la constancia espiritual. En tiempos de crisis, lo que hemos cultivado en lo secreto se vuelve nuestra fortaleza. Jesús no improvisa, ora como siempre lo ha hecho.
“Como de costumbre” es una invitación a construir hábitos que sostengan la fe. Este episodio es para quienes desean que su vida espiritual no sea ocasional, sino constante y profunda.
Preguntas para reflexión
- ¿Qué hábitos espirituales estás cultivando hoy?
- ¿Tu comunión con Dios depende de la crisis o de la convicción?
- ¿Cómo puedes fortalecer tu rutina de oración y comunión?
La constancia espiritual no se improvisa en la tormenta. Hoy, ora como de costumbre… y deja que esa comunión te sostenga.