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“Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino.” (2 Crónicas 2:1). En este versículo encontramos un equilibrio singular: el rey planea construir dos casas, una para Dios y otra para gobernar. Prioridad espiritual y responsabilidad civil unidas por un mismo corazón.
Este episodio nos invita a reflexionar sobre nuestras propias “dos casas”: nuestra vida devocional y nuestra vida práctica. ¿Se edifican ambas bajo los mismos principios? Salomón no separó su fe de su función; todo nació del deseo de honrar a Dios.
“Dos casas” es una meditación sobre la integridad, el enfoque y el propósito. Nuestra adoración debe reflejarse en nuestras decisiones, y nuestras estructuras deben honrar al Señor.
Preguntas para reflexión:
- ¿Estás edificando tu vida con un orden espiritual claro?
- ¿Qué prioridad tiene la “casa de Dios” en tus planes personales?
- ¿Cómo estás honrando al Señor tanto en tu vida espiritual como en tu vida práctica?