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En Éxodo 13:21, Dios no guía a su pueblo desde lejos, sino que va delante de ellos. De día en columna de nube, de noche en columna de fuego. No los abandona, no los deja a la deriva. Él va primero. Él abre el camino.
Este episodio nos recuerda que la presencia de Dios no es abstracta ni pasiva: es activa, protectora, y constante. La nube y el fuego eran señales visibles, pero hoy su guía continúa por medio del Espíritu y Su Palabra.
Dios no sigue tus pasos; Él los marca. «»Jehová delante de su pueblo»» es más que una historia de desierto: es una promesa viva para cada jornada de fe.