Episodio 281: El perfeccionador

Episodio 281 - El perfeccionador
Palabra Viva
Episodio 281: El perfeccionador
Loading
/

INTRODUCCION

Buen día, amados hermanos, vecinos, conocidos, amigos, y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “El perfeccionador” Y está en el Nuevo Testamento en el libro de Filipenses 1:6 y dice así: ”Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”

ORACION

Oremos. Padre de la gloria en el nombre de Jesús te damos gracias en esta mañana por tus bendiciones, por tu palabra Padre Santo, por la vida, y por ello Señor, un agradecimiento. Te pedimos el perdón de nuestros pecados, límpianos y restáuranos en esta hora. Santificado tu nombre Señor, Padre eterno, Padre del amor y la misericordia.

Nosotros Señor, estamos precisamente viendo tu palabra y lo que dice Pablo a los filipenses, Señor que tú vas a venir. Hasta cuando vuelvas como juez y Rey, o sea, el significado de hasta el día de Jesucristo.

Así, Señor, que esta palabra nos redarguye, y te damos gracias por ella. Porque estamos prestos, Señor, sabiendo por fe que tú estarás con nosotros hasta el día de Jesucristo. En el nombre de Jesús, Señor. Amén, amén y amén.

MEDITACION

Ok, veamos el panorama. El apóstol Pablo les escribe a los hermanos de Filipo acerca de aquel, refiriéndose a Dios quien fue el iniciador de esa obra espléndida, una obra que inicia, comienza como un edificio con buen fundamento, como lo es la fe en Jesucristo. Para el Señor Jesucristo que culminará hasta el día en que El venga.

Amigo y hermano. La palabra del Señor le llama a este proceso de santificación la buena obra. Una obra iniciada por Dios y terminada por Dios. Es una obra donde el obrero, como el constructor es Dios.

Pablo estaba escribiendo desde la cárcel, y escribir en esta condición no era fácil. Pareciera que cuando los barrotes de la cárcel detendrían la obra que Dios inició en este hombre. Pero al contrario, le dio más impulso para seguir adelante.

Ahora no se comunicaba a través de la predicación, esa predicación hablada, pero sí por la predicación escrita. Su carta a los filipenses nos demuestra que un hombre de Dios mientras esté vivo, sirve al Señor y paga el precio de hacerlo.

En este día no te detengas, haz lo que Dios te mande a hacer. Él completara en ti lo que hace falta. Por eso le llamamos, el fortalecedor porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. El Señor bendiga tu día hasta luego.