INTRODUCCION
Buen día amados hermanos, vecinos, amigos, conocidos y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación se ha titulado: “Tres consejos” Basado en el Antiguo Testamento, en el libro de Salmos 37:27 y dice así: ”Apártate del mal, y haz el bien. Y vivirás para siempre.”
ORACION
Oremos. Padre Santo, Santo, Santo. Hoy venimos a ti, reconociendo tus misericordias, tu amor. Y solicitamos el perdón de nuestros pecados. Padre se propicio a nuestras necesidades. Te solicitamos, Señor conocimiento, ciencia y sabiduría que nos ayuden en nuestra convicción de apartarnos de lo que nos impide más consagración, más santidad. Y fluya, nuestro amor, fortaleza en nuestra congregación, y todos aquellos que nos escuchan en el nombre de Jesús. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Vamos a ver el panorama. Dice apártate del mal y haz el bien. tres cosas. En estos pasajes encontrarás tres verdades que pueden cumplirse en la vida del ser humano.
Primero: Es apartarse del mal. En el mundo hay mucha maldad y ha venido en crecimiento. Es como un cáncer que poco a poco penetra en los seres humanos. Y lo más sensato es salir de ese círculo maligno, que no permite la verdadera libertad.
Segundo: Haz el bien. Las consecuencias de vivir recibiendo el mal es pagar con el mal a aquellos que te han hecho mal. Pero el Señor nos manda a no pagar mal por mal. Debemos siempre ser portadores del bien y la bondad. Jesús dijo: “El que te pegue en la mejilla devuélvele también la otra mejilla.” Mateo 5:39.
Tercero: ¿Cuáles serían las consecuencias de estas acciones? La palabra de Dios dice vivirás. Qué bueno es poder entender esto, que la vida que Dios nos da es preciosa y que en la obediencia de sus mandamientos podemos encontrar vida.
Amigo y hermano. Jesús dijo, Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. Muchas personas sufren las consecuencias del mal porque no se han apartado del mismo. Están acostumbrados a lo malo y tienen miedo de experimentar lo bueno.
Hoy somos llamados a ser embajadores del bien, a ser representantes de la paz de Dios en el nombre de Jesús. No podemos bajar la guardia, la cruz de Cristo es muy dolorosa y pesada a veces. Pero en medio de la prueba él hizo el bien y aun recibiendo el mal, al final del discurso puedo decir yo soy la resurrección, la vida y el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. ¿Crees esto? Que el Señor bendiga tu día hasta luego.