INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, vecinos, amigos, conocidos, y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Una pregunta reflexiva.” Y la estamos utilizando en el Antiguo Testamento, el libro de Salmos 24:3 y dice así: Una interrogante. ”¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y, quién estará en su lugar Santo?”
ORACION
Oremos. Padre celestial en el nombre de Jesús damos gracias. Gracias Padre por tus bendiciones. Gracias Padre. En este momento estamos clamando a ti, oh, Dios Jehová, solicitando Señor, perdón por nuestros pecados, nuestras fallas, límpianos, restáuranos cada día.
Solicitamos, Señor, fortaleza, conocimiento, memoria, perceptibilidad y sabiduría para permanecer en nuestra lucha espiritual con victoria. En el Santo nombre de Jesús, Padre. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Vemos el panorama aquí. Vemos a el salmista haciendo una pregunta de reflexión, ya que él consideraba que estar en el lugar Santo era algo muy especial y que reunía unas condiciones para estar allí.
La respuesta a su pregunta, la contesta él mismo en el versículo cuatro diciendo, el limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma a cosas vanas. Cuando el adorador entraba en el santuario de Dios, sabía que no era un lugar cualquiera, sino que iba a una cita con el todopoderoso Señor y debía presentarse limpio y puro.
Amigo y hermano. ¿Alguna vez te has presentado en el santuario del Señor con las condiciones Inadecuadas? Gracias a Dios que el santuario no es sólo el lugar de reunión para alabar a Dios, sino que representa un tipo de templo del espíritu que son todos aquellos que han recibido a Cristo como Señor y Salvador.
Y debemos aprender a tener este santuario, esa casa del Señor limpia y pura para la gloria de Dios. Que esta pequeña meditación te haga reflexionar en cuanto a tu comportamiento, cuando visitas el templo donde acostumbramos a adorar a nuestro Dios. Que el Señor bendiga tu día hasta luego.