INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, vecinos, conocidos, y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “El invierno pasó.” Basado en el Antiguo Testamento, en el libro de Cantares 2:11 y dice así: ”Porque he aquí ha pasado el invierno. Se ha mudado la lluvia, se fue.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria, Padre celestial, Padre poderoso, conocedor de todo, eterno. Hoy oramos y expresamos nuestra alegría, nuestro gozo. Porque hiciste llegar nuestra primavera a todos los que somos salvos, a todo lo que te recibimos como Señor y Salvador nuestro, Señor Jesucristo.
Floreció nuestra vida por tu regalo Padre, de vida eterna, manifiesto en Juan 3:16. Ahora nuestra comunión contigo es perpetua porque nos sellaste con tu Espíritu Santo. Y, pese a las circunstancias, nuestro carácter se forma en medio de ellas con el gozo de tu salvación, por ello te damos las gracias en el nombre de Jesús. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Vemos el panorama. En este pasaje de una manera figurada, el novio le dice a la novia, que ya el tiempo del invierno frío y la soledad extensa pasó. Que ya el tiempo de estar unidos llegó, y que en tiempos de lluvia era muy difícil salir. Ahora si es posible hacerlo.
Las escrituras dicen que todo tiene su tiempo y su hora, pues esta es la hora de encontrarse. El invierno puede significar años que pasaron en la ignorancia y el pecado, sin fruto y miserable, o las tormentas y tempestades que acompañaron su convicción de culpabilidad y peligro.
Amigo y hermano, el creyente debe acercarse cada día más a su Señor. Y tener esa comunión con él. Ya no hay excusa de que el invierno es un impedimento para la unidad, ni el frío para el alejamiento con su Señor. Jesús viene pronto y la iglesia debe estar preparada para ese encuentro glorioso con él.
Ya los días de sufrimiento pasarán y las lágrimas serán secadas. En este día, recuerda, que el que ha de venir vendrá y no tardará. Espero que aproveches el tiempo que resta para honrar a Dios y vivir la vida en santidad. El Señor bendiga tu día hasta luego.
