INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, amigos, conocidos, y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy estaremos presentando la cápsula bíblica titulada: ”Contando los días” Y estamos utilizando, en el Antiguo Testamento, el libro de Salmos. 90:12 y dice así: ”Enséñanos a contar bien nuestros días. Para que nuestro corazón adquiera sabiduría.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria en el nombre de Jesús, bendecimos tu nombre, santificado seas Padre del perdón, del amor, de la justicia, Padre eterno. Venimos delante de ti dándote gracias por la vida y por esta palabra.
Señor, estamos leyendo tu palabra. Y descubrimos Señor y sabemos que la vida es breve. Y debemos vivir con sabiduría, basado en el amor de Dios. Y conociendo tu eternidad Padre, te suplicamos, Padre infinito, Padre de la misericordia, tu misericordia, perdón y bondad para nuestra congregación y de quiénes participan en estas meditaciones, acerca de tu palabra. En el Santo nombre de Jesús amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Todos estamos de acuerdo que tenemos un corazón. Pero tener un corazón sabio es otra cosa. El salmista le pedía a Dios, que le enseñara a contar sus días. Pero a contarlos, con el deseo de que cada día pudiera aprender algo en su existencia.
Hay muchos que no saben cuántos días de vida les faltan, imagínese que usted lo supiera, creo que no viviría de la misma manera que lo está haciendo ahora. Valoraría cada momento, cada día, cada hora, cada segundo de su vida.
Amigo y hermano. Pensando en esto, nos debemos preguntar ¿Cuántos días hemos desperdiciado? ¿Y, cuántas horas improductivas se han ido volando? ¿Sabes que? Es importante valorar el tiempo y aprovecharlo bien, pues cada día se nos va hasta que se termina y solo quedan recuerdos de un día que estuvimos en el escenario de la vida y las siguientes generaciones llegarán a decir, mi mamá, mi papá, o mi abuelo fueron así o vivieron así.
¿Qué legado le estamos dejando a aquellos que les toque continuar? Esto no es una despedida, pero sí debo hacer que cada día de mi vida cuente y no que sea un cuento. Importante esta idea, hacer de mi vida cada día, que cuente y sea interesante para las generaciones y no que sea un cuento.
Ahora, en este día, pidámosle a Dios que nos ayude a contar nuestros días y que esta meditación haya sido de gran bendición a tu vida. El Señor bendiga hasta luego.
