INTRODUCCION
Buen día amados hermanos, amigos, conocidos, y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy estamos titulando la meditación: “Una reedificación.” Y estamos utilizando en el Antiguo Testamento el libro de Isaías 61:4 y dice así:” Entonces reedificarán las ruinas antiguas. Levantarán los lugares devastados de antaño, y restaurarán las ciudades arruinadas. Los lugares devastados de muchas generaciones.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria en el nombre de Jesús, encomendamos Señor nuestra meditación, a todos los que estemos precisamente oyendo, estudiando tu palabra. Y te pedimos una bendición especial sobre el grupo participante, Señor.
Y sabemos Padre que tu palabra, ya sea en el antiguo o en el Nuevo Testamento, nos hace reconsiderar, pensar, Señor, meditar, reflexionar, y poner Señor, estas experiencias en nuestro conocimiento y en nuestro desarrollo de nuestras actitudes, nuestros quehaceres.
Por eso Señor, te damos las gracias. Porque tu nos ayuda a vivir de acuerdo a tus condiciones, Señor, de acuerdo a tu voluntad. Damos gracias Señor, porque sabemos que somos pecadores. Pero Señor, tu bondad de grande para con nosotros.
Tú nos quieres a nosotros restaurados también Señor, reedificados, porque el pueblo no puede realizar nada debido a nuestros pecados, se realiza Señor por tu bondad. La gloria tuya, Señor, brilla en Jerusalén en aquellos tiempos. Y en estos tiempos también para con nosotros.
Lo cual somos Señor, reconstruidos en nuestro pueblo reedificados. Para que volvamos a ser alegres, alegres, Señor en nuestras congregaciones te damos las gracias en el nombre de Jesús. Amén, amén y amén.
MEDITACION
OK. Entre edificar y reedificar lo segundo es más difícil, ya que se tienen cimientos establecidos. Cuando se reedifica se necesita mucha paciencia y sabiduría. Ya que una acción mal hecha, podría dañar la obra.
En la arqueología, se tiene personal idóneo para hacer este tipo de trabajo. Ya que se necesita mucha precisión. El pueblo de Israel en tiempos del profeta Isaías, tenía una promesa de parte del Señor. Su trabajo sería reedificar las ruinas, levantar lugares devastados, arreglar ciudades.
Amigo y hermano. ¿Cuántas veces te ha tocado restaurar relaciones rotas? ¿Levantar al caído? ¿Dar una sonrisa al que está triste? Se necesita mucha fortaleza y convicción de parte del Señor, para ser ese instrumento de restauración y de reedificación.
Nehemías fue un gran restaurador. Los muros de Jerusalén estaban quemados, y él inició ese trabajo de reedificación. Ahora, en este día, Dios te ha llamado a reedificar, restaurar y levantar lo que está en el suelo. Eso sí, en el nombre de Jesús. Observa medita y acciona, se útil, déjate guiar, se obediente y él hará. El Señor bendiga tu día hasta luego.
