INTRODUCCION
Buen día amados hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy estamos presentando el tema titulado: “Nunca a mi cabeza llegó navaja” El texto que se está utilizando es en Jueces en el Antiguo Testamento, en el libro de Jueces 16:17 y dice así: ”Le descubrió pues todo su corazón y le dijo, nunca a mi cabeza llegó navaja porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí y me debilitaré y seré como todos los hombres.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria, te damos gracias por la vida. Gracias Señor por tu palabra, y en estos momentos Señor, nos confesamos delante de ti, pedimos el perdón de nuestras fallas, nuestro pecado. Santificamos tu nombre en esta hora Padre santo y queremos darte gracias Señor, porque tenemos un aprendizaje cada vez que leemos tu palabra al anunciamos.
Cuando descubrimos lo que tú tienes, Señor y este mensaje, Señor, que está en jueces, nos da Señor la enseñanza, porque aquí aprendemos que las decisiones erróneas, o sea, actuar de acuerdo a nuestros pensamientos traen consecuencias trágicas. El mejor que hacer debe ser de acuerdo a tu voluntad Padre, impresa en la palabra Señor danos sabiduría en nuestros hechos, en el nombre de Jesús amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Estas fueron las palabras de Sansón a la filistea Dalila, cuando su alma fue reducida a mortal angustia y le descubrió su secreto dado por el Señor que representaba un voto muy especial llamado el nazariato.
Sansón había ganado grandes batallas para su pueblo con la fuerza del Señor y su obediencia al mismo, pero cruzó los límites y se dejó llevar por los deseos de sus ojos y fue reducido a un mortal hombre.
Amigo y hermano. ¿Usted se preguntará, por qué este hombre reveló su secreto? Todos los enemigos sabían que él no era un hombre común, que había algo en él que lo hacía un hombre extraordinario y con mucha fortaleza, y aunque con fuerza humana, nunca podían derrotarlo.
Dios llama a hombres ordinarios para convertirlos en hombres extraordinarios
Buscaron descubrir las fuentes de su poder. Él dijo, nunca a mi cabeza llegó navaja. Entonces seré como uno de ustedes. Esto fue un gran error que le costó los ojos, perdió la visión, la fuerza y el respeto.
Rapar es quitar lo que tienes en tu cabeza, entonces apliquemos figuradamente lo que te hace fuerte hablando espiritualmente. La oración, la lectura de la palabra, tu devoción al Señor, quita eso de tu vida y verás cuán débil llegarás a ser. Serás reducido a un hombre común.
Dios llama a hombres ordinarios para convertirlos en hombres extraordinarios, pero muchas veces su falta de prudencia lo hacen caer y ser reducidos a nada. Ten cuidado con las navajas que pueden cortar los votos que le has prometido a Dios. El Señor bendiga tu día hasta luego.
