Introducción
Muy Buenos días, amados hermanos. Hoy sean bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Nuestra meditación de hoy lo estamos titulando, No rompa el espejo y basada en dos versículos, en Salmos 90: 8 que dice: Señor, Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros hierros a la luz de tu rostro. Y en Isaías 38: 17, dice: A Ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Oración
Padre de la gloria, Santificamos tu nombre en esta hora dándote gracias. Por nuestras bendiciones, grandes bendiciones, Señor, aún en momentos de dificultades grandes y de luto, Señor. En la familia. De hermandad de Tu Iglesia Padre Santo, Pero te damos gracias porque sabemos que todo justo que muere va directamente a tu presencia gracias por ello, Señor, eso nos hace meditar acerca de nuestra brevedad, de lo que es la vida humana frente a tu eternidad, Padre.
Y te pedimos el perdón en nuestras fallas. Señor Perdonados en Jesús y liberados de hoyo de la corrupción, gracias, Padre, por eso te damos gloria, honra y honor, Padre, y nuestra sublimidad delante de Ti, que está Señor, en la palabra que nos ayuda a vivir de acuerdo a tu voluntad en el nombre de Jesús, Señor, sigue bendiciendo todos los participantes. Santificado sea tu nombre en el nombre de Jesús, Amén. Amén y amén.
Meditación
No rompa el espejo. Se cuenta que una reina indígena. Había recibido como regalo un magnífico espejo. Pero cuando observó su rostro se vio fea y que llena de ira, rompió el espejo. ¿Y qué habría dicho si el espejo le hubiese revelado todos los secretos de su corazón? Es difícil conocerse a sí mismo. ¿Quién nos conoce realmente? Sólo Dios. ¿Y qué dice? El Señor dice: Engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso. ¿Quién lo conocerá? En jeremías 17: 9. Él puede decir esto porque todas las cosas están desnudas y abiertas ante sus ojos en hebreos 4: 13
Lo que nos sorprende es que Dios, conociendo toda la maldad del hombre. Haya podido amarlo. El Dios Bienaventurado a quien nada le falta. ¿Por qué quiso llevar a su presencia a hombres culpables? ¿Debido a nuestros méritos? No, porque Dios es amor. Pero también es el Dios justo y Santo. No puede renunciar a la exigencia de su justicia y por ello, es necesario que los hombres sean purificados.
Hechos justos. ¿Cómo puede hacerse esto? A través de Cristo, quien sufrió en nuestro lugar el juicio que nosotros merecíamos. Los que lo aceptan por la fe son justificados gratuitamente por su gracia. Mediante la redención que es en Cristo Jesús. En Romanos 3: 24. Amigo y hermano. La Biblia es como el espejo del alma. Ella le dirá lo que ustedes a los ojos de Dios y lo que merece. Pero también le mostrará cómo Jesucristo puede liberarlo de lo que lo avergüenza. No rompa el espejo. Lea la Biblia, que el señor los Bendiga tu día hasta luego.
