La seguridad de la salvación

Palabra Viva
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Episodio 139: La seguridad de la salvación
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INTRODUCCION

Buen día, hermanos, amigos y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “La seguridad de la salvación.” Para ello recomendamos también leerse Lucas 7:36-50.

Bien, estamos utilizando precisamente el libro de Lucas en el Nuevo Testamento. Lucas 7:48,50 y dice así: Jesús dijo a la mujer, tus pecados te son perdonados. Más adelante le dice en Lucas 7:50, tu fe te ha salvado, ve en paz.

ORACION

Oremos. Padre la gloria santificamos tu nombre en esta hora señor. Te santificamos, padre, eterno padre de la misericordia, del amor, del perdón. Gracias por esta palabra, gracias por la vida padre, gracias porque tú nos enseñas a nosotros a través de tu palabra, tantos pasajes, tantas lecciones, tantas situaciones padre, que abren nuestros sentimientos, que abren nuestro mundo de voluntad también para hacer lo que tú quieres.

Pero precisamente señor, queremos pedirte sabiduría de lo alto señor, sabiduría para poder señor tener esa solidez de tu palabra poder de estudiar la profundidad, los mensajes que tú das padre y desarrolla nuestra fe también, una fe señor que nos lleve a nosotros a un convencimiento para pecar menos Padre Santo.

En el nombre de Jesús ayúdanos padre. Te queremos, te amamos padre, y en el nombre de Jesús señor, hoy pedimos bendición, bendición padre sobre el grupo participante en el Santo nombre de Jesús amén, amén y amén.

MEDITACION

La seguridad de salvación. Simón, un hombre muy religioso, había invitado a Jesús a su mesa. Durante la comida una mujer conocida por sus malas conductas entró en la casa, y llorando regaba los pies de esos con sus lágrimas.  Sin duda, lágrimas de arrepentimiento.

También derramó a sus pies un frasco de perfume como prueba del honor y del aprecio que quería demostrar a Jesús. Qué conmovedora escena, no habló, pero manifestó un sincero arrepentimiento y un amor que respondía a la gracia del del salvador.

Lo que esta mujer hizo es lo que el señor aprecia. Ella era consciente de la gran deuda que tenía con Dios. Y fue a Jesús con un corazón quebrantado y humillado. Salmo 51:17. ¡Qué contraste con la actitud de Simón! Antes de hablar a la mujer, el señor tuvo que decirle una cosa, en el versículo 40, pues conocía sus pensamientos secretos. Le explicó que esta mujer, a quien Simón miraba con menosprecio, en realidad lo había superado por su arrepentimiento, su fe y su amor. Mateo 21:31.

Podríamos escuchar nuestro nombre en lugar del de Simón. Una cosa tengo que decirte a ti también. Tal vez te compares a otros que no tienen tan buena reputación como tú y te sientas privilegiado, pero lo que cuenta a mis ojos es el amor que se me manifiesta. La prueba de ese amor, Jesús dijo a la mujer, tus pecados te son perdonados en el versículo 48.

Amigo y hermano. ¿Hemos escuchado personalmente tal afirmación? ¿Puedo apropiarme plenamente de ella cuando miro al señor Muerto en la Cruz, pero vivo en el cielo? El señor está muerto en la cruz, pero vivo en el cielo intercediendo por nosotros, está como abogado.

Que ésta meditación nos haya puesto a pensar señor, a desarrollar nuestra cognición, nuestro pensamiento, nuestra conciencia de lo que estamos haciendo.  Confrontarnos con esta verdad y decidir de una vez por todas, superar todos nuestros pensamientos y hechos para hacer la voluntad del señor.  Que el Señor bendiga tu día hasta luego.