Introducción
Buen día, hermanos. Hoy nuestra meditación titulada. La advertencia de Dios. Estamos utilizando en Hebreos 4:7 la palabra que dice así. Sin embargo, en una o dos maneras. Habla Dios. Pero el hombre no entiende. En Job 33:14 y Hebreos 4:7 nos dice, si oyereis hoy su voz. No endurezcáis vuestros corazones.
Oración
Oremos, hermanos. Gracias, padre por tu misericordia, por tu amor y a un Señor por todas las cosas que no hemos hecho de acuerdo a tu voluntad, cualquier descuido, Padre… perdónanos, líbranos, señor de tentaciones y queremos decir todo Dios que estamos agradecidos por todas las bendiciones que nos han dado y tu palabra, Señor, te agradecemos por esta palabra donde tú hablas, oh Dios, de diferentes maneras a la humanidad tú hablas a través de sueños a través de sufrimiento físico a través de los mensajes de los siervos.
Pero somos necios, esta humanidad no entiende por ello, Señor, oramos, Oh Dios, solicitando el perdón de nuestra falla nuestros pecados. Y pedimos fortaleza para hacer tu voluntad cada día y pelear, Señor, boxear, sentir esa seguridad y esperanza de vida eterna. Sí, Señor, en el nombre de Jesús, Amén, amén y amén.
Meditación
La advertencia de Dios. Llamé a la puerta de San Pedro y no quiso abrirme, insistí, pero la puerta no se abrió. Un diario relataba estas palabras burlonas de un hombre que había salido ileso de su automóvil después de haber caído 70 metros por un barranco. El periodista añadió con el mismo tono burlón: “fue un regalo del cielo, quizá sea gracia a su buena estrella ahora está listo para disfrutar la vida”.
Este hombre tendría en cuenta esta serie de advertencia de Dios ¿dónde estaría ahora si no hubiese sido salvado milagrosamente?, ¿continuaría viviendo en la indiferencia hacia Dios? Nuestra vida es tan frágil que puede ser interrumpida brutalmente, por ello, no debemos vivir a la ligera pues no todo se acaba con la muerte del cuerpo; no todo se acaba aquí con la muerte del cuerpo.
La biblia nos recuerda que después de la muerte viene el juicio; en Hebreos 9:27 dice: Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo, porque escrito está vivo Yo, dice el Señor que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí; Romanos 14:10-12 . De todo lo que haya hecho durante su vida en la tierra.
Amigo y hermano, el veredicto divino es inapelable, no hay justos ni aún uno. En Romanos 3:10 dice: Los que rechazan la salvación ofrecida gratuitamente serán juzgados según sus obras, sus nombres no se hallarán inscritos en el libro de la vida y por ello sufrirán la condenación eterna en Apocalipsis 20:12-15 . Amigo, hermano, familia, tenga en cuenta las advertencias que Dios nos da. Que el Señor bendiga tu día. Hasta luego.
