INTRODUCCION
Buen día, hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Huellas imborrables” y para ello estamos utilizando dos versículos, uno en el Nuevo Testamento que se encuentra en Mateo 12:36 y que dice así:
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Y en Salmos 51:15 dice: Señor, abre mis labios y publicará mi boca tu alabanza.
ORACION
Oremos, padre de la gloria en el nombre de Jesús, damos gracias por tus maravillas, por tus bendiciones, por la vida y por esta palabra. En el nombre de Jesús señor, queremos que nos perdone nuestras faltas nuestros pecados Padre Santo, restáuranos en esta hora.
Nosotros te alabamos señor, pues tú eres el Dios grande, el Dios de la misericordia, del amor, del perdón, y en estos momentos Padre Santo, estamos solicitando señor, las bendiciones tuyas y permítenos que tu Espíritu Santo siempre en nos ayude señor, a esforzarnos en pensamiento y hecho señor, porque te amamos.
En el nombre de Jesús señor, te solicitamos la bendición del grupo participante Padre Santo en el nombre de Jesús, amén, amén y amén.
MEDITACION
OK. Huellas imborrables. No me agradó nada descubrir la huella de un pequeño pie en la superficie de cemento fresco. Por lo cual, llamé a los cuatro niños y les pregunté. ¿Quién caminó por aquí a pesar de haberles prohibido hacerlo? Nadie me respondió, pero el tamaño de la huella delataba al culpable.
Era una huella imborrable que recordaría a este niño su desobediencia cada vez que pasara por allí. Así sucede con algunos de nuestros errores, pueden dejar en nuestra mente y en la de los que nos rodean huellas e impresiones desagradables que en algunos casos jamás podrán ser borradas durante nuestra vida en la tierra.
Pero sobre todo recordemos, que Dios conoce todos nuestros pensamientos y palabras y hechos. Es un pensamiento impresionante, el cual podría ser desesperante sin luz que nos da la palabra. Por nosotros mismos, no podemos borrar del libro de la vida ninguno de nuestros pecados. Sin embargo, Dios mismo los borrará en nuestro lugar, si vamos a él confesándole nuestra culpa y creyendo en su hijo muerto y resucitado.
Amigo y hermano. Él prometió: A ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción. Porque echaste tras tu espalda todos mis pecados. Yo soy el que borro tus rebeliones, por amor de mí mismo. Y no me acordaré de tus pecados. Yo deshice como una nube tus rebeliones y como niebla, tus pecados. Vuélvete a mí porque yo te redimí. Isaías 38:17,43,25,44,22.
Importante, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo y no me acordaré de tus pecados. Yo hice como una nube tus rebeliones y como niebla, tus pecados, vuélvete a mí, porque yo te redimí, que el señor bendiga tu día hasta luego.