INTRODUCCION
Buen día amados hermanos, amigos y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la he titulado: “Escuchar y servir.” Para ello estamos utilizando el versículo en el Nuevo Testamento, del libro de Lucas 10:41-42 y dice así: ”Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”
ORACION
Oremos. Padre en el nombre de Jesús, queremos darte gracias por la vida, gracias por tus bendiciones santificado sea tu nombre señor, Santo, Santo, Santo eres padre de la misericordia del amor y del perdón.
En esta hora queremos agradecerte padre, para que nos ayudes y que nuestra fe perdure siempre señor integralmente. Enséñanos padre, como lo hizo Jesús con Marta, a que por más importante que sea algo para nosotros, que realmente debemos de buscar lo principal en el quehacer, que es recibir tu palabra, oírla y hacerla Padre Santo.
Por ello te damos gracias porque ella nos redarguye esa palabra, nos enseña Padre Santo, y queremos nosotros estar acorde a tu voluntad en el desarrollo de nuestros quehaceres Padre, en el Santo nombre de Jesús, amén y amén y amén.
MEDITACION
OK. Escuchar y servir. Marta y María recibieron a Jesús y a sus discípulos en su casa. Como había mucho trabajo, Marta estaba muy ocupada preparando todo mientras María escuchaba al maestro sentada a sus pies.
Marta irritada se acercó al señor y le dijo en tono de reproche, dile pues que me ayude. Quizá nosotros también hubiésemos actuado del mismo modo ante la aparente ausencia de sentido práctico de María. Pero Jesús no lo veía así. Por ello, dijo a Marta reiteradamente y con cariño, Marta, Marta. Para mostrarle un punto importante.
Lo principal no es estar activo hasta el punto de inquietarse, sino aprovechar todas las oportunidades para escuchar al señor con amor y respeto. Así que María había escogido la buena parte, la cual no le sería quitada ni en el presente ni en la eternidad.
La buena parte es la útil. Sólo hay una buena actitud y es la misma para todos, estar primero a los pies del señor para escucharlo y luego servirle. Marta no hacía mal en servir, pero tampoco debía haber estado preocupada con tantos quehaceres.
Todo lo que nos aleja del señor afecta la calidad de nuestra vida cristiana, recuerda, todo lo que nos aleja del señor afecta la calidad de nuestra vida cristiana. Esforcémonos en imitar el ejemplo de María, quien se tomaba el tiempo para recibir con gozo el mensaje de Jesús. Y seamos diligentes, como Marta, para servir al señor.
Amigo y hermano. En lo que requiere diligencia no perezosos. Fervientes en espíritu, sirviendo al señor, compartiendo. Para las necesidades de los Santos, practicando la hospitalidad. La referencia está en Romanos 12:11-13. El Señor bendiga tu día hasta luego.