Introducción
Buen día, hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios, hoy nuestra meditación la hemos titulado: El Señor Sondea nuestro corazón, estamos utilizando, en el nuevo testamento, el libro de Juan 21:17, que dice así: Jesús le dijo: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Y le respondió: Señor, tú sabes todo, tú sabes que te amo, y en primera de Juan 4:19, dice: nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero.
Oración
Padre celestial, santificamos tu nombre en esta hora, Señor, pidiendo el perdón de nuestra falla, nuestros pecados, solicitando restauración, padre y solicitándote, Señor, que sea esta palabra y cada vez que estudiamos sea de nuestra bendición, como ha sido siempre, nosotros aprendemos Señor de estas palabras, lo que tú quieres y lo que tú mandas, como ejemplo de Pedro, cuando tú mandas a que amen las ovejas, las ovejas, Señor, cuando se convierten siguen siendo de Jesús y a nosotros nos toca padre amarnos y pastorearon, convivir con las ovejas oportunamente, formar parte del rebaño y saber cuál es nuestro quehacer, Señor, cuál es la obediencia al Señor santificarnos y vivir cada día, Señor, en la voluntad de Dios, amándonos unos a otros, Señor, gracias por esta palabra que nos enseña, Señor, a darte gratificación por lo que tú quieres que hagamos en el nombre de Jesús. amén, amén y amén.
Meditación
El Señor Sondea nuestro corazón, una mañana a orillas del mar de Galilea, Jesús resucitado preguntó a Pedro delante de sus discípulos ¿Me amas más que a estos? Pedro había pensado obrar mejor que los demás y había negado a su Señor, pero lo amaba, por eso le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo, (en el versículo 15), entonces el Señor le encomendó una primera misión, apacienta mis corderos, el Señor preguntó por segunda vez ¿Me amas? (en el versículo 16) Esta vez no se refirió a los demás discípulos, más bien puso énfasis en ese amor tan fuerte que llevó a Pedro a dejar su vida por él.
Pedro le respondió como la primera vez con palabras que expresaba en su amor por Él y el Señor le confió una tarea, pastorea mis ovejas, la tercera vez, el Señor empleó la misma palabra y preguntó a Pedro, si lo amaba, pero conociendo a su maestro, se abandonó a su perfecto conocimiento (en el versículo 17) Entonces el Señor le encomendó una última tarea, apacienta mis ovejas (en el versículo 17) y le anunció que a su debido tiempo tendría quedar su vida por él.
Amigo y hermano ¿Me amas? Esta triple pregunta que Jesús hizo a Pedro, también nos las hace a nosotros, ¿Qué vamos a responder? Abandonaron al Señor, quien nos conoce perfectamente, es reconocer que Él está por encima de nuestras debilidades, que su amor cubre todas nuestras miserias, que esta meditación de gran provecho para nuestra conciencia y para desarrollar nuestros quehaceres de acuerdo a la voluntad de nuestro Dios, que el Señor bendiga tu día hasta luego.