El libro recuperado

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Episodio 85: El libro recuperado
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INTRODUCCION

Buen día amados hermanos y amigos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy estamos presentándoles el devocional o la cápsula bíblica titulado “El Libro Recuperado” El libro Recuperado.

Y estamos utilizando dos versículos del Viejo Testamento. En Deuteronomio 17:18-19 dice: Cuando se siente sobre el trono de su reino entonces, se refiere al rey, escribirá para sí en un libro una copia de esta ley y lo tendrá consigo y leerá en el todos los días de su vida. Para que aprenda a temer a Jehová.

Y en 2 Crónicas 34:14 dice: Al sacar el dinero que había sido traído a la casa del señor, el sacerdote Hilcías halló el libro de la ley del señor Dada por medio de Moisés.

ORACION

Oremos hermanos. Padre grande, padre misericordioso, padre eterno, santificado seas Santo, Santo eres señor. Queremos en esta hora darte gracias por todas tus bendiciones y gracias, señor, por el perdón de nuestras fallas, nuestros pecados, nuestra restauración.

Queremos estar en Santidad siempre para invocarte padre. Y ver, señor, esa palabra que nos redarguye, que nos enseña y nos advierte señor, a no adorar ídolos ni imitar costumbres paganas y acudir cada día a la consulta y la oración.

Por ellos damos gracias, gracias por disfrutar del gozo y la alegría que nos impartes con nuestras en nuestras experiencias. Esta palabra nos da gozo de alegría en nuestras experiencia y quehaceres. Señor, gracias en el nombre de Jesús, amén, amén y amén.

MEDITACION

OK. El libro recuperado. En el corazón del Jura Suizo se halla un centro vacacional perteneciente a unos cristianos. En una parte de la fachada del edificio se puede leer este versículo: Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón. Jeremías 15:16. Esta frase, ¿habrá hallado eco en el corazón de todos los jóvenes? ¿Y menos jóvenes que han veraneado bajo ese techo?

En todo caso, ese versículo da una prueba irrefutable del compromiso de sur fundadores. Unos 620 años antes de Cristo, el sacerdote Hilcías recuperó el libro de la ley de Dios. Entre los Reyes que habían sucedido y que reinaban sobre el pueblo, no sabemos cuántos se forzaron en hacer una copia y leerla cada día. Lo cierto es que el libro se había perdido y cuando fue encontrado, qué alegría volverlo a leer, pero también qué vergüenza por haberlo olvidado durante tanto tiempo.

Amigo y hermano. Podemos tener varias biblias en nuestras casas, pero si se llenan de polvo en la estantería no son más útiles de lo que fue el libro que en otro tiempo estuvo escondido en el tesoro del templo. Tomémonos el tiempo para leerla, e incluso para copiar versículos. Nuestro Dios hará que sintamos su sabor como de hojuelas con miel. En Éxodo 16:31. Y el Salmos 119:16,162 dice: Me regocijo en tu palabra como el que haya muchos despojos. Que esta palabra haya sido de gran bendición. Para tu conciencia, y saberse si estás cada día haciendo uso de la palabra de Dios. Que el señor bendiga tu día hasta luego.