Introducción
Buen día, hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios, hoy nuestra meditación titulada: El cristiano nunca está solo, está basada en Isaías 63: 9, que dice así: En toda angustia de ellos, él fue angustiado y el ángel de su faz los salvó, en su amor y en su clemencia los redimió y los trajo y los levantó todos los días de la antigüedad.
Oración
Padre en el nombre de Jesús, te damos gracias por tu misericordia, por tu amor, por tu justicia y en estos momentos, Señor, gracias por tu palabra, que nos ciñe de poder, fe y esperanza, en ti confiamos padre y te damos gracias, solicitamos el perdón y restauración, bendiciones y nuestro quehacer es de acuerdo a tu voluntad y clamamos, santificado seas, honra, gloria y honor a ti padre en el nombre de Jesús, amén, amén y amén.
Meditación
El cristiano nunca está solo, estamos utilizando el nombre de una persona llamada Alicia, desanimada, Alicia escribió una larga carta a su mejor amiga, para contarle sus penas, pero no la envió, sino que la guardó en un cajón, algunas semanas después volvió a leerla y esto no hizo más que revivir su dolor, entonces la rompió en 1000 pedazos y la echó un jarrón lleno de agua que estaba sobre la mesa, todas las palabras que expresaban su desesperación, se habían borrado, sin embargo, en un trocito de papel podía leerse una sola palabra: “Dios”, si, Dios no lo había abandonado, Dios estaba ahí, Alicia recobró el ánimo al experimentar su presencia, en ese momento especial de su vida, Dios nunca abandona los suyos.
Cuando los 3 jóvenes hebreos cautivos en Babilonia fueron echados al horno de fuego porque no habían querido negar a Dios, un cuarto hombre semejante a un hijo de Dios estaba con ellos, era la presencia divina en medio del sufrimiento, encontramos este pasaje en Daniel 3:25 esta es la historia, testimonio de lo que Dios nunca abandona, igualmente cuando Daniel fue echado en el foso de los leones, Dios envió a un ángel para cerrar la boca de las fieras, también encontramos este pasaje en Daniel 6: 22, en un calabozo de una cárcel de Roma la víspera de su ejecución, el apóstol Pablo escribió a Timoteo: Todos me desampararon, pero el Señor estuvo a mi lado. En 2 Timoteo 4:16-17. Amigo y hermano, cuán grande es nuestro Dios en toda la circunstancia de nuestra vida, confiamos en Él, nos dice el Señor, en Isaías 4:26 dice: Te sostendré por la mano, te guardaré. Que el Señor bendiga tu día hasta luego.
