Como un insecto en la ventana

Palabra Viva
Palabra Viva
Episodio 127: Como un insecto en la ventana
Loading
/

INTRODUCCION

Buen día hermanos, amigos y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Como un insecto en la ventana” y estamos utilizando dos versículos, uno en el Viejo Testamento, en el libro de Eclesiastés 3:11 y en el Nuevo Testamento en Colosenses 2:2-3.

En Eclesiastés capítulo 3, versículo 11 dice así: Sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Y en Colosenses, dos de dos al tres: A fin de conocer el misterio de Dios, el padre y de Cristo, en quién están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

ORACION

Oremos.  Padre de la gloria en el nombre de Jesús glorificamos tu nombre en esta hora, te santificamos padre y te damos las gracias y hemos de solicitar el perdón de nuestras fallas, nuestros pecados; límpianos y restáuranos en esta hora padre.

Y en esta hora, señor, te solicitamos que nos des sabiduría para el entendimiento de tu palabra y discernir la majestuosidad de tu creación padre. Las acciones, señor tuyas, padre, en nuestras vidas nos dan conocimiento, experiencia, aprendizajes y bendiciones pese a situaciones especiales, señor.

Por eso te damos gracias, señor, con regocijo gracias.  Solicitamos padre en humildad, bendigas señor, a cada uno de los participantes que están escuchando el mensaje padre santo, que tú bendigas señor la mente, señor, lo cognitivo, sus emociones, su voluntad, su integridad de cada uno señor con sus diferentes experiencias en los diferentes lugares geográficos donde estén, padre, bendícenos, señor, en el nombre de Jesús que es sobre todo en nombre amén y amén.

MEDITACION

OK. Como un insecto en la ventana. El poeta latino Virgilio exclama en las geórgicas: “Feliz el que ha llegado a conocer las causas de las cosas” mire usted feliz, el que ha llegado a conocer las causas de las cosas.

Pero mucho antes que él, el rey Salomón hacía la siguiente pregunta ¿Quién como el que sabe la declaración de las cosas? En Eclesiastés 8:1. Esta pregunta sigue siendo un desafío a la sabiduría humana.

Los descubrimientos más sorprendentes en todos los campos, la exploración de los astros, como el estudio más avanzado en lo infinitamente pequeño, solo conducen a descubrir nuevos problemas y a dejar cada vez más del todo la respuesta a las preguntas fundamentales.

Así que estamos viendo que el hombre está ansioso en la ciencia de descubrir y descubrir. Y esa respuesta, señor, a estas preguntas fundamentales ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Por muy inteligente que sea, el ser humano está encerrado dentro de los límites de su mente.

Como el insecto que choca contra un cristal, y se cansa tratando de alcanzar la luz. Su búsqueda no lo conduce a ninguna parte y debe exclamar: “Vanidad de vanidades, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. En Eclesiastés 1:2,14.

Amigo y hermano. Esta luz vino a nosotros desde afuera, desde ese exterior inaccesible. Dios se dio a conocer, habló y se revela mediante sus obras como el soberano creador. A nosotros, criaturas perdidas y sufridas, nos revela la causa de nuestro estado.

¿Porque estamos así? Todos pecamos y por el pecado el sufrimiento y la muerte entraron en el mundo. Nos mostró su amor dándonos un salvador, he aquí la respuesta de Dios a nosotros, Jesús, solo nos pide creer, esta es la única verdadera sabiduría. Que el señor bendiga tu día hasta luego.