Aquel que justifica al impío

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Episodio 4: Aquel que justifica al impío
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Introducción

Muy buenos días, amados hermanos, familiares, vecinos conocidos y quienes me escuchen. Hoy estoy presentando el tema “Aquel que Justifica al Impío” En Romanos 4:5 habla acerca de el que justifica al impío. Estamos utilizando dos versículos en Isaías 45:22 dice: “Mirad a mí y sed salvos. Todos los términos de la tierra, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay más” Y Juan 4:42 dice: “Sabemos que verdaderamente. Este es El Salvador del mundo. O sea, refiriéndose a Jesús. Sabemos que verdaderamente este Jesús es El Salvador del mundo.

Oración

Padre bendecimos tu nombre en esta hora dándote gracias por la vida. Solicitando el perdón de nuestras fallas en nuestros pecados, Señor, el Dios de la Misericordia, Señor, gracias por ser nuestro padre. Señor, Tú eres el Dios de la Misericordia, el perdón y la gracia. El que nos fortalece y nos da poder y victoria sobre el pecado. Gracias por la reconciliación entre tu persona, padre y nosotros a través de Jesucristo. Te honramos y glorificamos siempre padre en el nombre de Jesús. En el nombre de Jesús, Amén, amén y amén.

Meditación

Aquel que justifica al impío. En el libro del profeta Isaías. Dios declara solemnemente, no hay más Dios que yo. Dios justo y Salvador en Isaías 45:21. La justicia exige el castigo del culpable. Nosotros somos pecadores culpables. Y por lo tanto, estamos perdidos. Pero Dios es un Dios Salvador. Y concilió ambas cosas, su justicia que exige el juicio del culpable y su amor que quiere salvar, justificar al hombre pecador. ¿Cómo es esto posible? La respuesta se halla en la primera carta de Pablo a Timoteo. Hay un solo mediador entre Dios y los hombres. ¿Quién es? Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todo en 1 Timoteo 2:5-6. De este modo, reconcilió al hombre pecador y culpable con el Dios Santo y Justo. El hijo de Dios bajó del cielo y vino a esta tierra. Vivió como hombre entre los hombres. Él no tenía pecado. Sin embargo, tomó sobre sí y expío los pecados de todos los que confían en él. Se presentó ante Dios como la santa víctima, para sufrir en nuestro lugar el juicio que merecíamos. Murió por nosotros. Mediante el sacrificio de su vida. Satisfizo todas las exigencias divinas. Santidad, justicia y demostró su amor, obra perfecta de Dios. Amigo y hermano. Como consecuencia de esta obra perfecta. Dios lo resucitó y lo exaltó hasta lo sumo Filipenses 2:9 ¿Todos los hombres serán salvos? No, porque no todos quieren creer. Agradó a Dios salvar a los creyentes. En 1 Corintios 1:21 habla por la predicación. El que rehúsa creer en el hijo no verá la vida Juan 3:36 Que el Señor bendiga tu día hasta luego.