Dios no cambia

Palabra Viva
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Episodio 87: Dios no cambia
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INTRODUCCION

Buen día hermanos y amigos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy estoy presentando el tema titulado: “Dios no cambia” Dios no cambia. Y para ello estoy utilizando dos versículos. En el Antiguo Testamento en Malaquías 3:6 que dice: Porque yo el señor no cambio. Esa es la inmutabilidad del señor. Porque yo el señor no cambio. Y si el señor nos dice que él es amoroso, que nos perdona, que nos limpia. Es que él es justo, entonces es eterno, él no cambia. Y en Santiago 1:17 dice: Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto del padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.

ORACION

Ok, oremos. Padre de la gloria santificado sea tu nombre en esta hora, señor. Vemos y reconocemos tu santidad, señor, tu poder, tu inmutabilidad, tu eternidad, señor. Todas esas condiciones nos cobijen como protector, señor que eres. Y en estos tiempos ayúdanos, solicitamos fortaleza padre y que esta palabra sea siempre nuestro alimento agradable y perfecta para nuestro comportamiento en nuestros pensamientos y nuestros quehaceres. Señor, lo imploramos y nos ponemos delante de tu voluntad padre.  Bendice este día bendice esta palabra, en el nombre de Jesús amén, amén y amén.

MEDITACION

OK.  Dios no cambia. Nuestro mundo evoluciona rápidamente.  Instituciones financieras y empresas que parecían estables se desploman. Las guerras destruyen pueblos en diversos lugares del globo y acarrean hambre y sufrimiento. Se habla de cambio climático y ecológico. Los valores morales son puestos en duda constantemente, porque según se dice, hay que vivir al ritmo de la sociedad.

Todo cambia pero ¿sabes que es lo que más rápido cambia? Nosotros mismos. Nuestra vida pasa y no hay nada que pueda detenerla. El envejecimiento se produce inevitablemente y ataca a nuestras fuerzas, nuestra memoria y nuestra lucidez. Sin embargo, existe algo que no cambia, que permanece inflexible. Y esa es la fidelidad de Dios.

Todavía es el tiempo de la gracia divina que permite a cualquier persona acercarse a Dios. Para experimentar su amor. El pecado hizo una separación entre Dios y su criatura. La referencia está en Isaias 59:2. Pero Jesús hizo la paz mediante la sangre de su cruz. En Colosenses 1:20. Así que sólo tenemos que acercarnos a Dios, para gozar de esa paz de la conciencia y del corazón.

Amigo y hermano. Entonces, en medio de un mundo cada vez más incierto y caótico, podremos experimentar la solidez de lo que Dios estableció. Es decir, podremos vivir por la fe bajo su mirada. Estamos seguros de que su amor no cambia. Así la paz rebosará en nuestro corazón y la confianza llenará nuestra mente. En Isaias 48:12 dice la palabra: El señor dice, Óyeme, yo mismo, Yo el primero, Yo el postrero.  Que el Señor bendiga tu día. Hasta luego.