Una fé probada y honrada

Palabra Viva
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Episodio 54: Una fé probada y honrada
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Introducción

Muy Buenos días, amados hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios, hoy nuestra meditación la titulamos: Una fe probada y honrada, estamos utilizando dos versículos del nuevo testamento, en Mateo 15:28, dice: Entonces, respondiendo Jesús dijo: Oh mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres y su hija fue sanada desde aquella hora, y en 1 Pedro 1:7, dice que: Para que sometida, aprueba vuestra fe, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Oración

Gracias, padre, por tus bendiciones, gracias por la vida, santificado sea tu nombre en esta hora, padre eterno, padre de la misericordia, padre del amor, la justicia y el perdón, nosotros hoy queremos agradecerte por esta palabra, Señor, y descubrir en ella toda una historia Señor, de la vida de Jesús y quienes estuvieron en ese tiempo Señor, histórico y de esta mujer, Señor, una mujer extranjera no judía y vemos ahí el ejemplo de la fe y el valor de esta mujer, Señor, no judía frente a una situación de gran dolor, desesperación sin solución y la encaminó a Jesús, buscó ayuda, creyó que era el camino a seguirlo y clamó padre y avanzó y halló respuesta, nosotros estamos viendo, Señor, este ejemplo que debemos seguir siempre nosotros creyendo más en tu palabra, y hoy, Señor, nosotros clamamos por tu misericordia en nuestras vidas, en nuestro caminar dándote gracias por tu misericordia en todos nosotros, en el santo nombre de Jesús padre, amén, amén y amén.

Meditación

Una fe probada y honrada, cuando Jesús andaba por la región de Tiro y Sidón, se encontró con una mujer extranjera, quien le suplicó por su hija enferma, se dirigió a Él como el hijo de David, el rey de Israel, aunque ella no pertenecía a ese pueblo, Jesús no respondió nada, como la mujer insistía, los discípulos quisieron despedirla, entonces Jesús les explicó que sólo había sido enviado a las ovejas perdidas de Israel, ella le suplicó una vez más diciendo simplemente “Señor socórreme”, en el versículo 25, con una aparente dureza, Jesús le respondió: Que no convenía dar a los a los extranjeros lo que estaba destinado a Israel, que prueba, entonces ¿ se iría desanimada, no?

Ella respondió humildemente apoyándose en las palabras de Jesús : Por supuesto que soy una extranjera, pero los hombres dejan resto de su comida para alimentar a los perros y estoy segura de que el corazón de Dios es más grande que el de los hombres, entonces Jesús le respondió: Oh mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres, y en ese momento su hija fue sanada, amigo y hermano, nosotros tenemos hijos que están entregados en el mal de múltiples maneras, quizás pensemos que el Señor no responde, pero podemos insistir en como estas mujeres, tomando humildemente nuestro lugar ante Él, si Él prueba nuestra fe, es para que ésta se manifieste realmente, pero siempre responderá a ella y a menudo, más allá de lo que esperamos, que el Señor bendiga tu día hasta luego.