Los milagros y la fé

Palabra Viva
Palabra Viva
Episodio 30: Los milagros y la fé
Loading
/

Introducción

Muy Buenos días, hermanos y amigos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la he titulado: Los milagros y la fe, estamos utilizando dos versículos en el Nuevo Testamento, en Juan 2:23 dice: Estando en Jerusalén (se refiere a Jesús) muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. En romanos 10:17 Así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios.

Oración

Padre, Santo, Padre de la Misericordia, en estos momentos queremos, Señor alabar, bendecir tu nombre, solicitar Señor, nos perdones por nuestra falla, nuestros pecados límpianos, restáuranos en esta hora y en el nombre de Jesús queremos darte gracias por esta palabra, Señor, por esta palabra, Señor, que abre nuestra conciencia, que nos hace ver nuestra visión, esa conciencia se abre gloriosamente, percibiendo que Jesús es el verdadero pan del cielo que usted, padre Dios, envió para dar vida al mundo.

Señor, recibe honra, honor, Señor, en el nombre de Jesús, nos glorificamos, contigo padre y santificamos siempre tu nombre y Señor, te solicitamos en humildad la bendición para el grupo que está participando para todo aquel que esté oyendo tu palabra, Señor, así como de experiencia, Señor de testimonios para que abran su corazón al oír tu palabra. Señor, que taladre sus corazones, su conciencia en el nombre de Jesús Señor. Nuestra tarea es seguir hablando de tu palabra, bendícenos, padre, en el Santo nombre de Jesús, amén, amén y amén.

Meditación

Los milagros y la fe. Desde siempre, los hombres han sido atraídos por las manifestaciones espectaculares, cuando el señor Jesús estuvo en la tierra, la gente vio muchos de sus milagros, la multiplicación de los de los panes, la curación de enfermos, la resurrección de los muertos. Pero la multitud pedía más, ¿qué señal, pues haces tú? Para que veamos y te creamos en Juan 6: 30, un grupo le dice al Señor, qué señal haces?

Para poder creerte, todavía hoy Dios, es un Dios compasivo y misericordioso, interviene cuando lo juzga oportuno, a veces milagrosamente para sanar o para librar a alguien de una situación sin salida. Pero ser testigo de un milagro no es fe y la fe salva al pecador, no es la admiración o el entusiasmo producido por una manifestación espectacular.

La fe que hace nacer en nosotros una nueva vida es primeramente el hecho de creer lo que Dios dice de nosotros y que dice Dios de nosotros es aceptar sin restricción el testimonio que la Biblia rinde sobre nuestro estado de pecadores y luego recibir personalmente a Jesucristo como Salvador y Señor, es comprender que mediante su obra en la cruz pagó totalmente y para siempre la deuda de nuestra falta ante Dios. En otras palabras, como. Así es como uno es salvo y la referencia está en Hechos 16: 31. El mayor milagro es que alguien pase de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz, que se convierta en hijo de Dios. En Juan 1:12, después del milagro de la conversión.

Amigo y hermano. Dios quiere y puede hacer muchos más milagros en nuestras vidas, confiemos en él y así estaremos maravillados de lo que Dios preparó para el que espera en Él y la cita está en Isaías 64:4, realmente quedaremos maravillados, de lo que Dios preparó para lo que esperan en Él, el Señor Bendiga tu día hasta luego.