Introducción
Muy Buenos días, amados hermanos. Hoy estamos presentando el tema titulado: “Por encima de la nube”. Y estoy utilizando en el Nuevo Testamento, el versículo de 2 Tesalonicenses 3:16 y dice así: Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera, hablando de la Paz, el señor sea con todos vosotros.
Oración
Padre la gloria bendecimos tu nombre, te glorificamos Señor de la eternidad, Señor del Amor, del juicio, Señor y esa santidad, Señor, esa característica tuya en tu eternidad. Señor, nosotros damos gracias por todos los beneficios recibidos y por esta palabra, Señor, en esta palabra hemos aprendido todo un contexto de lo que es la creación, lo que han sido las formas como te has manifestado a nosotros; el propósito tuyo para con la humanidad, Padre.
Y aquí estamos estudiando a Pablo, Señor, en Tesalonicenses, cuando, realmente Pablo está apelando al señor por una paz permanente a los a los hermanos de Tesalónica; frente a sus situaciones, pero era necesario la santificación colectiva.
Y ahora Padre, nosotros también nos ejercitamos buscando santificación, bendice nuestros tiempos, Señor, nuestras luchas, no desmayamos Padre y damos gracias desde ahora, desde ahora Padre, te damos gracias por las peticiones que estamos haciendo; recibiendo tus bendiciones, en el Santo nombre de Jesús, que sobre todo nombre, Amén, Amén y Amén.
Meditación
Una mañana llovía en el aeropuerto, el cielo estaba gris; pero menos de 5 minutos después del despegue los pasajeros ya podían admirar el sol brillando en un cielo radiante por encima del mar de nubes blancas. El cielo gris son las innumerables dificultades y preocupaciones que oscurecen nuestro horizonte; la inseguridad, la inestabilidad económica, el desempleo, el desprecio a la persona humana, forman parte de las sombrías realidades que nos preocupan y entristecen especialmente a todos los que no tienen otro horizonte, que el de la tierra.
Cristianos, nosotros que tenemos una esperanza viva a menudo sufrimos la presión de una inquietud generalizada, incluso sin darnos cuenta. ¿Nuestra actitud muestra que sabemos ver por encima de las nubes? Nuestro cielo se vuelve azul cuando nuestra fe descansa en Dios, cuando oímos la voz divina, no temas porque yo estoy contigo, No desmayes porque yo soy tu Dios en Isaías, 41:10 .Lo que disipa nuestro temor no es la fuerza que está en nosotros pues en nosotros mismos no hay.
Tampoco es que subestimemos las dificultades, o que seamos insensibles hacia nuestros semejantes, sino que tenemos la convicción de que el Dios todopoderoso, nuestro Padre quién es más grande que el mal está con nosotros, y eso es suficiente para llenarnos de confianza y paz. Por nada estéis afanosos, si no, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús en Filipenses 4:6-7 .Amigo y hermano que esta palabra haya sido de gran ayuda para nuestras vidas. Y que Dios siga bendiciendo tu día. Hasta luego.
