Dios revela el pecado

Dios revela el Pecado

Dios revela el pecado
Palabra Viva
Episodio 28: Dios revela el Pecado
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Introducción:

Bienvenidos a nuestra comunión con Dios, hoy nuestra meditación está titulada “Dios revela el pecado”

Estamos utilizando en el Antiguo testamento el texto basado en Josué 7:13 y dice así:

Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros.

Oración:

Padre de la misericordia en el nombre de Jesús, venimos delante de tu trono, padre. Para agradecerte por todas nuestras bendiciones. Y por tu presencia en medio de nuestras situaciones especiales, Señor y de alegrías.

En el santo nombre de Jesús, te damos gracias por esta palabra. Esta palabra que nos redarguye, Señor. Que nos hace ver que tú hablas a través de esta palabra. Y también nos habla a nosotros para que quitemos nuestros anatemas, nuestros pecados.

Quita en medio de nosotros, Señor, todo pecado, toda anatema. Y Bendícenos. Porque estamos justificados en Jesús, te confesamos nuestros pecados, Señor. Y a través de Jesús pedimos el perdón y la restauración. Que nuestra reflexión sea bendecida, Señor, en tu perdón nos gozamos dándote las gracias en el nombre de Jesús, Amén, amén y amén.

Meditación:

La palabra anatema significa maldición. Y esto era lo que Israel estaba experimentando. A causa de su pecado oculto. Que se manifestaba poderosamente en sus vidas.

Él le mandaba a santificarse, a santificar al pueblo y en esa condición, las maravillas de Dios no podían verse con claridad. Sus enemigos, los vencerían.

Amigo y hermano. Dios es un Dios de justicia. Y él esperaba que su pueblo se limpiara de toda contaminación. Ellos debían quitarlo en medio de ellos. Si nos ponemos al frente de la conquista del terreno del enemigo. Debes escuchar a Dios.

En este momento, debes examinarte bien. Y reflexionar en cuanto a posibles anatemas en tu vida. Sabemos que la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado. ¿Entonces eso significa que no tenemos anatema?

Bueno, si no tienes algo de qué avergonzarte, te felicito eres libre. Pero si dentro de tu casa trabajo u otro lugar. ¿Escondes algo que no le agrada a Dios? Ve despojándote de ello, porque el señor te usa con poder y autoridad. No lleves fuego extraño a tu hogar.

El señor, bendiga tu día hasta luego.