Introducción
La sanidad divina es un tema importante en la Biblia que revela el poder y la compasión de Dios para restaurar la salud física y espiritual de las personas. Las Escrituras nos muestran numerosos relatos de milagros y sanidades realizados por Jesucristo y otros siervos de Dios. La Biblia enseña que Dios es el sanador divino y que Su voluntad es restaurar y sanar a aquellos que confían en Él con fe.
- Lunes: Salmos 103:2-3 (Bendice, Alma Mía, a Jehová y no Olvides Ninguna de sus Bendiciones)
- Martes: Éxodo 15:26 (Porque Yo Soy Jehová, tu Sanador)
- Miércoles: Mateo 4:23-24 (Y Recorría Jesús Toda Galilea, Enseñando en las Sinagogas de Ellos)
- Jueves: Santiago 5:14-15 (¿Está Alguno Enfermo entre Vosotros? Llame a los Ancianos de la Iglesia)
- Viernes: Isaías 53:5 (Mas Él Herido Fue por Nuestras Rebeliones)
- Sábado: 3 Juan 1:2 (Amado, Yo Deseo que tú Seas Prosperado en Todas las Cosas, y que Tengas Salud)
- Domingo: 1 Pedro 2:24 (Llevó Él Mismo Nuestras Enfermedades)
Aplicación
Aplicar el concepto de sanidad divina implica tener fe en el poder sanador de Dios, confiando en Su providencia y soberanía en todas las circunstancias de la salud. Implica buscar a Dios en oración y adoración, creyendo en Su capacidad para sanar tanto física como emocionalmente. La obediencia a los principios bíblicos, como cuidar el cuerpo y vivir una vida equilibrada, también es esencial para experimentar la sanidad divina. Además, la gratitud y el reconocimiento de la sanidad como un don de Dios son aspectos cruciales de la aplicación práctica de este tema.