
“Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo” (2 Corintios 6:10). Pablo describe una paradoja que solo tiene sentido en el Reino de Dios. La vida cristiana no se mide por lo que se ve, sino por lo que se vive en lo profundo.
Este episodio reflexiona sobre cómo la fe redefine nuestras circunstancias. En tiempos donde el éxito se mide por posesiones y apariencias, el evangelio nos recuerda que podemos estar vacíos por fuera… y llenos por dentro. La verdadera riqueza no está en lo que se acumula, sino en lo que se entrega.
“Sin nada y con todo” es una declaración de libertad. Este episodio es para quienes se sienten limitados, pero saben que en Cristo tienen todo lo necesario para vivir con propósito, gozo y plenitud.
Preguntas para reflexión
- ¿Qué estás valorando más: lo que tienes o lo que eres en Cristo?
- ¿Cómo puedes enriquecer a otros desde tu aparente escasez?
- ¿Qué significa para ti poseerlo todo… aunque no tengas nada?
La plenitud no se mide por lo que tienes, sino por lo que Dios ha depositado en ti. Hoy, vive como quien no tiene nada… pero lo posee todo.