
“Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día” (Salmos 25:5). Este versículo revela una fe que no se queda quieta, sino que busca, aprende y espera. La fe activa no es impaciencia, es perseverancia con propósito.
Este episodio reflexiona sobre cómo la fe verdadera no solo cree, sino que se mueve. En tiempos donde la espera se ve como pérdida, Dios nos enseña que esperar en Él es avanzar en confianza. La fe activa busca dirección, no solo resultados.
“Una fe activa” es una invitación a caminar mientras esperamos. Este episodio es para quienes están en procesos largos, recordándoles que la fe no es pasiva, sino dinámica, y que Dios guía a quienes le buscan con constancia.
Preguntas para reflexión
- ¿Estás esperando en Dios con fe activa o con frustración pasiva?
- ¿Qué pasos puedes dar hoy mientras esperas Su dirección?
- ¿Cómo puedes cultivar una fe que aprende mientras confía?
La fe no es solo creer, es caminar mientras crees. Hoy, espera activamente, busca Su verdad, y deja que Dios te encamine hacia lo que ha prometido.