
“Cualquiera que se extravía y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios…” (2 Juan 1:9-11). La doctrina no es un accesorio opcional, es el marco que sostiene la fe. En tiempos de relativismo teológico, cuidar la doctrina es cuidar la comunión con Dios.
Este episodio aborda la necesidad de permanecer en la enseñanza de Cristo. No todo lo que se predica viene de Él. La fidelidad doctrinal no es rigidez, es amor por la verdad. En una era de espiritualidad superficial, este llamado es urgente.
“El cuidado de la doctrina” es una advertencia y una exhortación. Este episodio es para quienes desean caminar con discernimiento, proteger su fe y evitar caer en enseñanzas que parecen piadosas pero niegan el poder de Cristo.
Preguntas para reflexión
- ¿Estás examinando lo que escuchas a la luz de la doctrina de Cristo?
- ¿Qué enseñanzas has aceptado sin confirmar su fundamento bíblico?
- ¿Cómo puedes crecer en discernimiento sin caer en juicio?
La verdad no cambia, aunque el mundo lo intente. Cuida la doctrina, porque en ella está la vida, la comunión y la permanencia en Cristo.