Introducción
El ayuno, un tema importante en la Biblia, implica abstenerse de comida o ciertos alimentos durante un período específico con un propósito espiritual. Las Escrituras nos enseñan que el ayuno puede ser una forma poderosa de buscar a Dios, de arrepentirse, de buscar dirección divina y de expresar humildad y dependencia de Dios. La Biblia presenta el ayuno como una disciplina espiritual que va más allá de la privación física y que involucra un corazón contrito y una búsqueda ferviente de la presencia de Dios.
- Lunes: Mateo 6:16-18 (Cuando Ayunéis, no seáis Austeros)
- Martes: Isaías 58:6-8 (¿No es Más Bien el Ayuno que Yo Escogí?)
- Miércoles: Joel 2:12 (Por Eso Ahora Dijo Jehová)
- Jueves: Hechos 13:2-3 (Y Ayunando, dijo el Espíritu Santo)
- Viernes: Daniel 10:3 (No Comí Manjar Delicado, ni Entró en mi Boca Carne ni Vino)
- Sábado: Mateo 17:21 (Pero este Género no Sale sino por Oración y Ayuno)
- Domingo: Lucas 2:37 (Viuda, que no se Apartaba del Templo)
Aplicación
Aplicar el propósito de ayuno según la Biblia implica abstenerse de comida con una intención clara y centrada en Dios. Acompañado de oración y meditación en las Escrituras, el ayuno profundiza la relación con Dios y busca Su guía. Puede tener diferentes propósitos, como buscar dirección divina o interceder por necesidades específicas. Durante el ayuno, se debe mantener humildad y contrición, evitando prácticas legalistas y recordando que no se busca ganar la gracia de Dios, sino expresar devoción y dependencia de Él. Cuando se hace con sinceridad, el ayuno puede llevar a una mayor cercanía con Dios y claridad espiritual, transformando la relación con Él y acercándonos a Su voluntad en nuestras vidas.