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“El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros…” Estas palabras nos revelan el misterio y la gloria de la encarnación: Dios no se quedó lejos. Vino. Caminó. Vivió entre nosotros.
Este episodio reflexiona sobre la cercanía de Dios en Cristo. No es un Dios distante, es un Dios que se acerca, que se hace uno con nosotros, que conoce el dolor, la alegría, y la vida humana en toda su complejidad.
“Habitó entre nosotros” es un llamado a reconocer a Jesús como la manifestación del amor de Dios que camina con nosotros, que nos entiende, y que nos invita a vivir cerca de Él cada día.
Preguntas para reflexión:
- ¿Cómo cambia tu oración al saber que Dios se hizo humano?
- ¿Qué significa para ti que Jesús habitó entre nosotros?
- ¿En qué momentos has sentido la cercanía de Dios en lo cotidiano?