
Jesús no solo nos invita a orar, sino a hacerlo con fe. En Marcos 11:24, declara una promesa poderosa: “todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” Esta declaración nos confronta y alienta a una vida de oración activa, firme y confiada. La fe es el elemento clave que convierte nuestras peticiones en expresiones sinceras de dependencia y esperanza.
No se trata de una fe vacía o egoísta, sino de una confianza profunda en el carácter de Dios. Creer mientras oramos significa descansar en que Su voluntad es buena, y que Él responde a nuestras oraciones en su tiempo y forma perfectos. La oración se convierte entonces no solo en un medio para pedir, sino en una forma de conocer más a Dios, de rendirle nuestros deseos, y de confiar aun sin ver.
Este episodio nos invita a evaluar cómo estamos orando: ¿con duda o con expectativa? ¿Con ansiedad o con confianza? Hoy, Jesús nos recuerda que la oración con fe es escuchada… y respondida.