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“Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra.” (Hechos 4:29). Ante la persecución y la presión, los primeros creyentes no pidieron seguridad, sino valor. No buscaron silencio, sino audacia para seguir proclamando el evangelio.
Este episodio explora una oración que nace del corazón valiente de una iglesia que entendía su misión. El valor que pidieron no era humano, sino un don del Espíritu para hablar con firmeza en medio de la oposición.
“Creyentes piden valor” nos recuerda que el coraje espiritual es necesario hoy como entonces. El llamado no ha cambiado, y tampoco el Dios que responde a esa oración.
Preguntas para reflexión:
- ¿Cómo reaccionas tú cuando la fe enfrenta oposición?
- ¿Estás pidiendo valor o evasión?
- ¿A quién puedes hablarle hoy con el denuedo que da Dios?