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Apocalipsis 4:3 describe el trono de Dios rodeado de una resplandeciente piedra de jaspe, simbolizando Su gloria y majestad. Reflexionamos sobre cómo esta imagen nos invita a reconocer la grandeza de Dios en nuestra vida y cómo Su luz y perfección son faros de esperanza y guía en medio de la oscuridad del mundo.
