INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, vecinos, conocidos, amigos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Un ejemplo de amor” Y está basada en 2 Corintios 1:4 y dice así: ”Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos. Para que nosotros podamos consolar también a los que sufren. Dándoles el mismo consuelo que Él nos ha dado a nosotros.”
ORACION
Oremos hermanos. Padre celestial santificado sea tu nombre, Santo, Santo eres Padre de la eternidad, Padre del amor, del perdón. Nosotros venimos hoy con esa humildad, Señor para agradecerte tu protección, tus bendiciones en medio de nosotros, misericordia de lo alto que no merecemos. Y, que aún en tiempos difíciles tú has dado.
Y a veces desconocemos, ignoramos cuántas veces en tu eternidad tus manifestaciones se han dado. Pero tu palabra nos edifica, nos ilustra de tus quehaceres, de tu amor y misericordia hacia nosotros y por ello te damos las gracias. En el Santo nombre de Jesús. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Cuando se pierde un ser querido, no es fácil, ya que se ha ido alguien a quien tú has amado y su grado de cercanía es estrecho. Mucho más cuando se recibe la noticia y la confronta con esa nueva realidad. Todo el ser es afectado.
Dios sabe que nosotros vamos a experimentar este momento en la vida. Pablo escribió a sus hermanos de Corinto. La razón de este sufrimiento, él dice: Ustedes sufrirán y serán consolados, ya que después de esto les tocará a ustedes consolar a otros.
Amigo y hermano. Cuando Jesús estuvo presente con sus discípulos Él los consolaba. Pero al partir les prometió enviar a otro consolador, al Espíritu Santo para que los acompañara. En este día no sé si te sientes triste por la pérdida de un ser querido u otra experiencia dolosa. Déjame decirte que Cristo te ama y te va a ayudar a pasar este momento de sufrimiento. Que el Señor bendiga tu día hasta luego.
