INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, vecinos, conocidos, Y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy en nuestra meditación la hemos titulado: “Dirás lo que te mande” Basado en Jeremías 1:7 y dice así: ”Me dijo Jehová. No digas soy niño, porque a todo lo que te envíe irás tú. Y dirás todo lo que te mande.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria en el nombre de Jesús te damos gracias, Señor por la vida y por tu palabra. Santificado seas Señor, Padre de la gloria entera en el mundo, Señor, el Dios perfecto, el Dios eterno, el Dios el que nos enseña, Señor el propósito de la creación realmente que damos las gracias en propósito de la creación del hombre, del humano de nosotros Padre.
Y te pedimos el perdón de pecados, límpianos, restáuranos y que esta palabra sea llevada a los lugares donde llegue, sea de bendición para la meditación, en nuestro emprendimiento cognoscitivo Padre, en el pensamiento y los hechos. En el nombre de Jesús, alabado sea tu nombre. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. El ser un mensajero de Dios nunca ha sido fácil. Ya que, aunque es un privilegio, también trae una responsabilidad y una consecuencia. El profeta Jeremías fue llamado a proclamar la palabra de Dios y a decir lo que Dios quería que dijera a su pueblo.
Cuando él supo Jeremías supo de este llamado, se puso nervioso ya que se consideraba un niño que tenía que hablarle a gente culta y poderosa. Él se sentía incapaz de hacerlo. Pero el Señor le recordó que, así como él lo había formado desde el vientre de su madre, también respaldaría esta misión y le dijo: Todo lo que te mande hablar, eso dirás.
Amigo y hermano. El profeta Jeremías vivió en una época triste en la historia del pueblo hebreo. Durante esta época el pueblo del reino del sur o Judá, fue llevado por Nabucodonosor a la cautividad en Babilonia.
Aunque Jeremías quedó en Jerusalén, Jeremías significa Jehová levanta, el pueblo estaba caído espiritualmente y Dios envía a este hombre a levantar la fe de ese pueblo y a revelar el corazón de Dios a la gente.
Tal vez te sientas un niño en las cosas de Dios. Pero debes saber que El puede usar a un hombre con un corazón de niño y un niño con el corazón de un hombre. Que esta palabra haya sido de bendición a tu vida. Santificado seas Señor. Recibe bendiciones de lo alto y que este día sea apropiado para resolver problemas delante de tu Dios. Hasta luego.